lunes, 31 de agosto de 2009

POCO A POCO SE VA ESCLARECIENDO LOS HECHOS DEL BAGUAZO

Desalojo violento en Bagua se adelantó sin razón alguna

La reconstrucción de los hechos del día previo al 'Baguazo’, ocurrido el 5 de junio pasado, permite comprender que la muerte de 24 policías y 10 nativos pudo haberse evitado, y evidencia, una vez más, que la operación policial de desalojo de la carretera Fernando Belaunde fue apresurado, poco planificado y negligente. Autoridades políticas, eclesiásticas y dirigentes indígenas, que entre el 1 y el 4 de junio participaron en reuniones en busca de una salida pacífica al conflicto amazónico, han revelado a Perú.21 que la última de ellas, efectuada el día 4 en la noche, pudo cambiar el rumbo de los hechos, pues allí los dirigentes nativos señalaron que podrían abandonar pacíficamente la Curva del Diablo a las 10 de la mañana del día siguiente. Pero, como se sabe, la intervención empezó cinco horas antes, y la vía pacífica terminó convirtiéndose en un camino de sangre.
El mismo 5 de junio los nativos iban a abandonar Curva del Diablo de manera pacífica. General Uribe, Obispo, Alcalde de Jaén y Apus, se reunieron un día antes del "Baguazo".
En esa reunión, realizada en la Estación 7, en el lugar denominado El Valor, a 20 minutos de Bagua, el General PNP Javier Uribe, jefe de la IV Región Policial; el Obispo de Jaén, Santiago García; el Alcalde Provincial de Jaén, Jaime Vílchez; y los Apus, encabezados por Santiago Awanash, discutieron las pocas probabilidades que aún quedaban. “En esa reunión se dejó abierta la posibilidad de abandonar la carretera, pero sabiendo que (Awanash) no podía tomar la decisión final, le dijo al General Uribe que existía esa posibilidad”, relató el Obispo García.


ÚLTIMOS RECURSOS
De acuerdo con la versión del sacerdote –que coincide con los otros testimonios recogidos–, “la mayor parte de los dirigentes indígenas estaba por la opción de retirarse al día siguiente, temprano”. El Presidente de la Región San Martín, César Villanueva –quien ayudó en las conversaciones– habló esa tarde con Leandro Calvo, un dirigente indígena representativo. “Leandro me dijo que había condiciones para reunirnos al día siguiente, en Bagua, para buscar una salida. El día 4, en la noche, acordamos encontrarnos allí para la mañana del día 5”, manifestó, tras recordar debía viajar temprano a Bagua para finiquitar el desalojo de la carretera. “Esa noche busqué por todos lados comunicarme con el General Uribe, porque con él habíamos conseguido la tranquilidad en San Martín, pero no había comunicación, y por esas cosas que suelen ocurrir, no pude hacerlo”, agregó Villanueva.

Awanash dijo a este diario que en la audiencia de esa noche, “el General Uribe me pidió que maneje la situación con inteligencia (con los pobladores nativos) porque ya había una orden de Lima y las cosas ya estaban en otro nivel”. Según otras versiones, Uribe estuvo extraño en la reunión. “Él había venido dialogando bien, pero ya se le notaba el peso de que tenía que hacerlo y dijo que esperaba órdenes de Lima, que las cosas ya no estaban en sus manos”, narró el Obispo. Pese a ello, quedaban posibilidades. Por la noche, al terminar el evento, Awanash debía volver a la Curva del Diablo para someter a consulta el desalojo. Este y Uribe, acordaron una nueva reunión para el día siguiente, a las 10 de la mañana. “Él aceptó ese plazo, nos teníamos que volver a encontrar en El Reposo para que conozca nuestra decisión”, contó.
Por alguna razón, los nativos sabían que iban a retirarse, pues desde la tarde habían empezado a beber masato. Por eso, cuando Awanash pidió sus votos, la propuesta fue aprobada por mayoría y la celebración prosiguió. “Como señal de alegría, tomaron masato, pero no se emborracharon, eso es mentira”, dijo el Obispo.
Un periodista local refirió que “esa noche un dirigente nos llamó al diario y nos comunicó que levantaban la huelga y que al día siguiente se retiraban a las 10”. Juan Sausa y Eder Cárdenas, de Radio Marañón, reportaron que “las condiciones ya eran difíciles para los nativos, básicamente por el tema de la alimentación”. Mientras los nativos organizaban comisiones para conseguir camiones que al día siguiente los sacaran del lugar, en Corral Quemado, los hombres del General PNP Luis Muguruza se preparaban para la acción de desalojo. No se sabe si el General Uribe informó al alto mando policial y a la entonces Ministra del Interior Mercedes Cabanillas que aún era posible el desalojo pacífico, pues ni este oficial quiso responder a nuestro llamado, ni el jefe de la Policía, Miguel Hidalgo, dio cuenta del tema.


POLICÍA se APRESURÓ
Lo cierto es que, como reveló Perú.21 el 25 de junio pasado, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas también consideró que la Policía se apresuró con su operación. Según el Acta de la Junta Especial de Investigación Operativa, la Policía no esperó el despliegue de 800 militares y policías que iban camino a Bagua, procedentes de Lima, Tumbes y Chiclayo. “Esta consideración no fue tomada en el planeamiento realizado por la PNP (y) la fecha y hora no fue de conocimiento de los mandos militares”, decía el documento secreto. En suma, no tuvieron en cuenta las negociaciones ni las advertencias castrenses. ¿Quién presionó por el apresuramiento?
POR DANIEL YOVERA DE PERÚ 21



Esta respuesta ya es innegable, fue de Lima; y ya se imaginan Uds. de donde provenía. Nos parece que la Comisión Investihgadora del Congreso ya tiene información más que suficiente para denunciar estos hechos que aún no se han esclarecido en su totalidad.

Tenga en cuenta
Mientras eso ocurría en Bagua, el mismo 4 de junio se reunían en la sede del CCFFAA los Ministros de Defensa e Interior, y los más altos mandos militares del país.
Perú.21 reveló el 25 de junio que en esa reunión se acordó “el apoyo a ser proporcionado por las FF.AA. a la Policía, y que este se concretarían de acuerdo al tiempo que dure el despliegue de las tropas”. El 5 de junio aún estaban en camino a Bagua 800 militares y policías.
Incluso, un oficial que participó en el encuentro dijo a Perú.21 que el 4 de junio “no se fijó la fecha” de la intervención “porque sencillamente las cosas no estaban listas, y si bien un día tentativo era el 5 de junio, eso dependía de que el despliegue de tropas (del Ejército) hubiera terminado”.


"No sabíamos de las reuniones"
Yehude Simon* opina:

Esas reuniones no eran del conocimiento del Gobierno, en absoluto. Yo hice todos los esfuerzos, pero la situación no daba para más, incluso el presidente de la región San Martín, César Villanueva, hizo muchos esfuerzos, nos ayudó muchísimo, pero había intransigencia. Lo de la Iglesia tampoco lo sabía porque nunca se comunicó eso. Si lo hubiera sabido, se hubiera evitado, hubiera sido una maravilla, se hubieran evitado la violencia, los muertos... nunca se dijo nada, y hasta donde yo sé, el general Uribe nunca lo comunicó, por lo menos a mí no, y la señora ministra no sé si lo sabría. Yo le dije a la Policía que tenga cuidado con disparar. Si había una disposición para desbloquear por la vía pacífica, ¿por qué no lo dijeron? Al Ejecutivo nunca llegó esta información, jamás, y puedo asegurar que tampoco al presidente. Después de los sucesos, yo me he reunido con monseñor Cabrejos y con todos los obispos y no se habló de eso.

*Ex presidente del Consejo de Ministros


Señor Yahude Simon hable por Ud. mismo, y no especule por conocimiento de hechos que desconoce si sabían o no los del gobierno APRISTA.

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