miércoles, 7 de enero de 2015

ENTREVISTA AL GENERAL CARLOS MORÁN (Algo huele mal con Raúl Salazar Ex Director General PNP sobre el caso López Meneses)

El retiro del General PNP Carlos Morán 
Texto e imágenes de Caretas:

El general Carlos Morán, ex Nº 2 de la Policía  Nacional (PNP), revela las razones que lo llevaron a renunciar.
Retiro y Ofensiva
Es la víspera de Año Nuevo y el ambiente festivo domina el Ministerio del Interior, en Córpac, San Isidro. Pero en el piso 2, donde se ubica la Jefatura del Estado Mayor de la Policía Nacional, reina el silencio. Solo, en su amplio despacho, el hasta hace poco Nº 2 de la Policía Nacional, el General Carlos Morán (53), hace maletas.
Morán renunció a la Policía Nacional, el pasado 19 de diciembre. También dimitió el Jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el General César Cortijo.
Ambos, dos de los mejores generales operativos de la PNP, de hecho se adelantaron. Figuraban en la lista de 7 generales que el gobierno pasó al retiro a fin de año.
Morán lleva uniforme de gala por última vez y junto a su maletín tipo James Bond está su Glock, 9mm, cañón corto. Con ella parece apuntar sus respuestas.
–Se habla de una huelga policial para el 5 de febrero.
–Los integrantes de la Policía en situación de actividad no son deliberantes. Pueden opinar libremente, pero la ley les prohíbe sindicalizarse o realizar paralizaciones de cualquier tipo.

–¿Existe un malestar en la institución? 
–Se percibe una incomodidad institucional, entre otros temas porque no hay una solución sobre el proyecto de Ley del Bono Extraordinario para el personal policial, que si no se atenúa podría tener consecuencias imprevisibles.
–¿Por qué renunció a la Policía? 
–Presenté mi solicitud de pase al retiro al Director General el 19 de noviembre, después de que un grupo de generales de la Policía se reuniera con el presidente Ollanta Humala en Palacio de Gobierno. Desde esa fecha mi intención de marcharme se mantuvo firme.
–¿Por qué? 
–No estuve de acuerdo cuando el Presidente declaró que existía una práctica sistemática de corrupción en la Policía y de cobros por resguardo por el caso López Meneses. En Palacio de Gobierno le recordé al Presidente que así como él calificó como un hombre de honor al almirante José Cueto (exjefe del Comando Conjunto de las FF.AA.), los generales de la Policía también somos hombres de honor. Los policías no tenemos color político; somos leales al Presidente y al país.
–Pero existe un problema de fondo: el ilegal resguardo al ex operador de Montesinos. ¿Cómo explica esa insólita custodia? 
–El simple hecho de poner un servicio de resguardo por tanto tiempo y no percatarse de a quién se brindaba el servicio es una flagrante negligencia. No ha habido un debido cumplimiento de las obligaciones, eso está claro. He recibido las explicaciones de los generales involucrados y cada uno tiene su punto de vista.
–¿Qué es lo que pasó? 
–Todos llegan a una misma conclusión: que fue una orden del general Raúl Salazar (exdirector de la Policía), que la materializó el general Aldo Miranda (exjefe de la Región Policial Lima) y la continuaron los generales Carlos Gómez y Luis Praeli. Y esto se concretó con solicitudes, en algunos casos a través del teléfono y en otras personalmente, del almirante Cueto. Yo no tengo por qué dudar de la versión de los señores generales de la Policía. Hay negligencias sí, pero de ahí a lapidar a los policías que cumplían órdenes es prematuro.
–¿No es un caso de corrupción policial como sostuvo el Presidente? 
–No. Para mí es un caso de aprovechamiento de los recursos públicos para prestar un servicio indebido. Ahora bien, ¿quién dio la orden y por qué? Es materia de una investigación que espero sea imparcial. Pero que los generales se hayan favorecido económicamente con esto, yo tengo mis dudas.
–Usted es un hombre de inteligencia, que ha desarticulado grandes mafias. ¿Cuál es su hipótesis en este caso? 
–Decir que allí funcionó una central de espionaje es tirado de los cabellos. Nadie se rodea de un aparatoso sistema de seguridad para realizar actividades clandestinas con personas sospechosas y menos en un condominio donde viven varias familias. Ese es el punto de partida y las investigaciones deberán dilucidar lo que en verdad ocurrió.
–El hecho de que desde la propia Policía se adultere un cuaderno de ocurrencias para implicar a la guardia presidencial, ¿no le da la razón al Presidente cuando habla de corrupción en la PNP? 
–No estoy avalando los actos de corrupción que se presentan en la Policía. Condeno eso. Es más, presido una Junta Calificadora que ha propuesto pasar al retiro a 876 suboficiales, algunos de ellos con un prontuario condenable. Esas personas que causan daño al prestigio de la Policía deben salir porque son un lastre. Pero de ahí a decir que la Policía es responsable de todo lo malo que pasa en el país, no pues.
LA CONFRONTACIÓN
Perú. El retiro del general PNP Carlos Morán  Texto e imágen de Caretas:Entrevistas El general Carlos Morán, ex No 2 de la Policía, revela las razones que lo llevaron a renunciar.Retiro y OfensivaEs la víspera de Año Nuevo y el ambiente festivo domina el Ministerio del Interior, en Córpac, San Isidro.Pero en el piso 2, donde se ubica la Jefatura del Estado Mayor de la Policía, reina el silencio.Solo, en su amplio despacho, el hasta hace poco No 2 de la Policía, el general Carlos Morán (53), hace maletas.Morán renunció a la Policía, el pasado 19 de diciembre. También dimitió el jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el general César Cortijo.Ambos, dos de los mejores generales operativos de la PNP, de hecho se adelantaron. Figuraban en la lista de 7 generales que el gobierno pasó al retiro a fin de año. Morán lleva uniforme de gala por última vez y junto a su maletín tipo James Bond está su Glock, 9mm, cañón corto. Con ella parece apuntar sus respuestas.–Se habla de una huelga policial para el 5 de febrero.–Los integrantes de la Policía en situación de actividad no son deliberantes. Pueden opinar libremente, pero la ley les prohíbe sindicalizarse o realizar paralizaciones de cualquier tipo.–¿Existe un malestar en la institución? –Se percibe una incomodidad institucional, entre otros temas porque no hay una solución sobre el proyecto de Ley del Bono Extraordinario para el personal policial, que si no se atenúa podría tener consecuencias imprevisibles.–¿Por qué renunció a la Policía? –Presenté mi solicitud de pase al retiro al Director General el 19 de noviembre, después de que un grupo de generales de la Policía se reuniera con el presidente Ollanta Humala en Palacio de Gobierno. Desde esa fecha mi intención de marcharme se mantuvo firme.–¿Por qué? –No estuve de acuerdo cuando el Presidente declaró que existía una práctica sistemática de corrupción en la Policía y de cobros por resguardo por el caso López Meneses. En Palacio de Gobierno le recordé al Presidente que así como él calificó como un hombre de honor al almirante José Cueto (exjefe del Comando Conjunto de las FF.AA.), los generales de la Policía también somos hombres de honor. Los policías no tenemos color político; somos leales al Presidente y al país.–Pero existe un problema de fondo: el ilegal resguardo al exoperador de Montesinos. ¿Cómo explica esa insólita custodia? –El simple hecho de poner un servicio de resguardo por tanto tiempo y no percatarse de a quién se brindaba el servicio es una flagrante negligencia. No ha habido un debido cumplimiento de las obligaciones, eso está claro. He recibido las explicaciones de los generales involucrados y cada uno tiene su punto de vista.–¿Qué es lo que pasó? –Todos llegan a una misma conclusión: que fue una orden del general Raúl Salazar (exdirector de la Policía), que la materializó el general Aldo Miranda (exjefe de la Región Policial Lima) y la continuaron los generales Carlos Gómez y Luis Praeli. Y esto se concretó con solicitudes, en algunos casos a través del teléfono y en otras personalmente, del almirante Cueto. Yo no tengo por qué dudar de la versión de los señores generales de la Policía. Hay negligencias sí, pero de ahí a lapidar a los policías que cumplían órdenes es prematuro.–¿No es un caso de corrupción policial como sostuvo el Presidente? –No. Para mí es un caso de aprovechamiento de los recursos públicos para prestar un servicio indebido. Ahora bien, ¿quién dio la orden y por qué? Es materia de una investigación que espero sea imparcial. Pero que los generales se hayan favorecido económicamente con esto, yo tengo mis dudas.–Usted es un hombre de inteligencia, que ha desarticulado grandes mafias. ¿Cuál es su hipótesis en este caso? –Decir que allí funcionó una central de espionaje es tirado de los cabellos. Nadie se rodea de un aparatoso sistema de seguridad para realizar actividades clandestinas con personas sospechosas y menos en un condominio donde viven varias familias. Ese es el punto de partida y las investigaciones deberán dilucidar lo que en verdad ocurrió.–El hecho de que desde la propia Policía se adultere un cuaderno de ocurrencias para implicar a la guardia presidencial, ¿no le da la razón al Presidente cuando habla de corrupción en la PNP? –No estoy avalando los actos de corrupción que se presentan en la Policía. Condeno eso. Es más, presido una Junta Calificadora que ha propuesto pasar al retiro a 876 suboficiales, algunos de ellos con un prontuario condenable. Esas personas que causan daño al prestigio de la Policía deben salir porque son un lastre. Pero de ahí a decir que la Policía es responsable de todo lo malo que pasa en el país, no pues.LA CONFRONTACIÓN–Usted ratificó su carta de renuncia el 19 de diciembre, pero ya el exministro Pedraza había decidido invitarlo el retiro días antes. –La comunicación que tuve con el ministro Pedraza y con el ministro Albán fue franca y transparente, al menos de mi parte. Nunca me enteré, hasta que hackearon el servidor del Mininter, que Pedraza y sus más cercanos colaboradores, incluidos los viceministros, ya no me tenían en sus planes para este 2014. Y en eso hay una incoherencia: soy un general que no estuvo involucrado en el escándalo López Meneses, pues no tengo mando operativo, como sí lo tiene el Director General. Soy el más antiguo de mi promoción, tengo acreditación académica, operativa y con 53 años de edad soy relativamente joven para ser el No 2 de la PNP. Hay generales que se siguen quedando en la PNP y están cercanos a los 60 años.–¿Cuál es su explicación? –No hay justificación para tal decisión. Tal vez no querían generales confrontativos. Hay tres cosas a las que me opuse: no estaba de acuerdo con la conformación de un tribunal de disciplina porque dependiendo del ministro de turno podría servir de instrumento de sometimiento al Comando de la PNP. También discrepé con la pretensión de incorporar a civiles para gerenciar unidades logísticas de la PNP. Y por último, expresé mi desacuerdo a que el Fondo de Salud Policial (Fospoli) salga del ámbito policial. Esa fue una conquista alcanzada luego de la huelga policial de 1987. Se lo dije personalmente a Pedraza y Albán. No hicieron caso. No creo que algo similar ocurra en las FF.AA. Solo a la Policía la tratan así.–¿Interceptó los teléfonos de Ollanta Humala y Nadine Heredia durante la campaña electoral del 2011? –Esa es parte de una campaña de desinformación contra mi persona. “Constelación” es un sistema de interceptación que tiene varios controles, con jueces y fiscales acreditados. Para interceptar un teléfono se requieren varios parámetros legales. El supuesto chuponeo, luego de dos años de gobierno, nunca fue probado. De todas formas me sacaron de la Dirección Antidrogas, en agosto del 2011.–¿Su equipo se quedó? –Claro y toda mi experiencia se la transferí al entonces viceministro del Interior (hoy viceministro de Defensa) Iván Vega. Le pasé los contactos, la tecnología, los casos. También lo enlacé con los agentes norteamericanos que trabajaban con nosotros en el Huallaga y el VRAEM temas de ‘narcoterrorismo’. Felizmente, Iván Vega me hizo caso y trabajó en la creación de la llamada “Brigada Lobo”. Me alegro de su éxito porque es el equipo que formé.–¿En qué estado deja a la Policía? –Antes de irme, les dije a los ministros Pedraza y Albán que no solo se tenía que priorizar el tema de la logística, sino el recurso humano que es fundamental. La corrupción no es el único problema. La falta de liderazgo entre los jefes es más que evidente; por eso la mayoría de policías no se sienten identificados con su institución. No hay buenos ejemplos que seguir, ni mística que abrazar. No solo hay que botar a los malos elementos. Hay que fortalecer la moral de los que se quedan, empoderar a la Policía. No tratarla como minusválida. (Entrevista: Américo Zambrano)Fuente:Caretas–Usted ratificó su carta de renuncia el 19 de diciembre, pero ya el exministro Pedraza había decidido invitarlo el retiro días antes

–La comunicación que tuve con el ministro Pedraza y con el ministro Albán fue franca y transparente, al menos de mi parte. Nunca me enteré, hasta que hackearon el servidor del Mininter, que Pedraza y sus más cercanos colaboradores, incluidos los viceministros, ya no me tenían en sus planes para este 2014. Y en eso hay una incoherencia: soy un general que no estuvo involucrado en el escándalo López Meneses, pues no tengo mando operativo, como sí lo tiene el Director General. Soy el más antiguo de mi promoción, tengo acreditación académica, operativa y con 53 años de edad soy relativamente joven para ser el No 2 de la PNP. Hay generales que se siguen quedando en la PNP y están cercanos a los 60 años.
–¿Cuál es su explicación? 
–No hay justificación para tal decisión. Tal vez no querían generales confrontativos. Hay tres cosas a las que me opuse: no estaba de acuerdo con la conformación de un tribunal de disciplina porque dependiendo del ministro de turno podría servir de instrumento de sometimiento al Comando de la PNP. También discrepé con la pretensión de incorporar a civiles para gerenciar unidades logísticas de la PNP. Y por último, expresé mi desacuerdo a que el Fondo de Salud Policial (Fospoli) salga del ámbito policial. Esa fue una conquista alcanzada luego de la huelga policial de 1987. Se lo dije personalmente a Pedraza y Albán. No hicieron caso. No creo que algo similar ocurra en las FF.AA. Solo a la Policía la tratan así.
–¿Interceptó los teléfonos de Ollanta Humala y Nadine Heredia durante la campaña electoral del 2011? 
–Esa es parte de una campaña de desinformación contra mi persona. “Constelación” es un sistema de interceptación que tiene varios controles, con jueces y fiscales acreditados. Para interceptar un teléfono se requieren varios parámetros legales. El supuesto chuponeo, luego de dos años de gobierno, nunca fue probado. De todas formas me sacaron de la Dirección Antidrogas, en agosto del 2011.
–¿Su equipo se quedó? 
–Claro y toda mi experiencia se la transferí al entonces viceministro del Interior (hoy viceministro de Defensa) Iván Vega. Le pasé los contactos, la tecnología, los casos. También lo enlacé con los agentes norteamericanos que trabajaban con nosotros en el Huallaga y el VRAEM temas de ‘narcoterrorismo’. Felizmente, Iván Vega me hizo caso y trabajó en la creación de la llamada “Brigada Lobo”. Me alegro de su éxito porque es el equipo que formé.
–¿En qué estado deja a la Policía? 
–Antes de irme, les dije a los ministros Pedraza y Albán que no solo se tenía que priorizar el tema de la logística, sino el recurso humano que es fundamental. La corrupción no es el único problema. La falta de liderazgo entre los jefes es más que evidente; por eso la mayoría de policías no se sienten identificados con su institución. No hay buenos ejemplos que seguir, ni mística que abrazar. No solo hay que botar a los malos elementos. Hay que fortalecer la moral de los que se quedan, empoderar a la Policía. No tratarla como minusválida. 

(Entrevista: Américo Zambrano)
Fuente: Careta

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