jueves, 23 de octubre de 2014

CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA DEL CONSEJO DE MINISTROS

CARTA ABIERTA
Lima 18 de Octubre del 2014
Señora
ANA JARA VELÁSQUEZ
Presidenta del Consejo de Ministros
Me dirijo a usted mediante esta Carta abierta y pública, en razón que, a quien debería dirigírsela es al Señor Presidente de la República, pero como quiera que al parecer este no desea asumir en forma personal la lucha frontal contra la “inseguridad”, he decidido tentar con todo respeto, una forma de suerte positiva con usted y su Despacho, en vista que por su Cargo, es la representante política del Primer Mandatario de la Nación, en asuntos que a mi personal modo de ver, son importantes muy particularmente para el Perú, pero que posiblemente, no son de su total interés por que los desconoce y/o ignora por completo.

Los recientes hechos delictivos ocurridos en nuestro País y que han derivado en comentarios negativos contra el Gobierno,  tanto de parte del periodismo local, así como de la sociedad en su conjunto, relacionados con las declaraciones públicas del Señor Presidente de la República, que en su afán desmedido de avalar a su Ministro del Interior Daniel Urresti Elera, responsabilizó a la “globalización” como la responsable del sicariato en el Perú, como delitos cometidos por el crimen organizado, mientras que el encargado de la Cartera del Interior, minimizó el temor de la ciudadanía, tratando de filosofar errónea y porcentualmente sobre las víctimas y victimarios de estos hechos, desligándolos de los ilícitos penales comunes y corrientes que afectan a la sociedad, como si las víctimas fuesen solo la consecuencia de su relación directa o indirecta de quien lo ocasiona.

Bajo esta desafortunada premisa que lanza quien está al frente del MININTER, Ministerio que por su Organización y Funciones tiene a su cargo a la Policía Nacional como Institución, pero que a manera de reforzar esta competencia, a la vez funge de Policía por su vestimenta, situación que de por si contravienen los dispositivos legales vigentes referidos al uso del uniforme policial para el Servicio en Guarnición, en el sentido que solo los delincuentes son las víctimas de los sicarios, por lo que habría que preguntarse si el propietario del Restaurant “Rincón Gaucho” que resultó herido y por ende también fue víctima, ¿es o no un delincuente? ¿y la niña abatida y asesinada cuando se encontraba dentro del vehículo con su padre que fue el principal objetivo de los sicarios, también es una delincuente?

He tomado conocimiento que la Congresista María Soledad Pérez Tello de Rodríguez ha presentado el Proyecto de Ley N° 3791/2014-CR de fecha 11 SET 2014, proponiendo la creación de la “Unidad Contra el Crimen Organizado” como un ente directamente dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros, o sea su Despacho, ante la alegría y el beneplácito de muchos, por no decir todos, de aquellos miembros en situación de Actividad y/o en Retiro de la Policía Nacional del Perú, procedentes de la otrora Policía de Investigaciones. ¿Coincidencia con la cercanía de la fecha Institucional de la ex PIP? Al menos las expresiones escuchadas y leídas de los que las vertieron, hablaban de una “reivindicación” y un “reconocimiento” a su labor especializada en el detectivismo. ¿Por qué no apoyar una mayor Capacitación y Especialización dentro del propio Personal PNP? ¿Por qué no modernizar equipando logísticamente a las ya existentes? ¿Por qué no reordenar la currícula en las Escuelas de Formación de la Policía Nacional, creando un 1er. Año de estudios generales y a partir del 2do. Año escoger especialidades? ¿Por qué crear un organismo paralelo a la Policía Nacional a modo de competencia? ¿Se pretende crear una Policía Política tipo FBI? ¿Se le da mayor importancia a la Investigación que a la Prevención? Usted como una persona con amplios conocimientos de la Ley, sabe demás, que la Prevención intenta evitar que se cometa o se logre concretar un hecho delictuoso, y si esta se ve rebasada y se llega al ilícito común u organizado, recién se procede a la fase investigativa y de denuncia.

Lo anteriormente expresado lo hago, en razón que igualmente tengo entendido, que uno de los objetivos de su Despacho, es concordar con la doctrina del “Centro de Altos Estudios Nacionales” –*CAEN*, en lo concerniente al bien común referido al *Bienestar y Seguridad General*, habiendo dispuesto, tengo entendido, la conformación de una Comisión de Alto Nivel, a fin plasme un “Plan de Seguridad General Nacional” proyectado al 2021 si no me equivoco y eso me parece muy bien, más aún, si como se me ha referido, se ha desdoblado en dos partes: el “Bienestar General” y la “Seguridad General”. Dentro del segundo rubro la Seguridad General, se desglosa en varias clases, siendo la principal la que se refiere a la Seguridad Humana, la Seguridad Nacional mediante la Defensa Nacional, la Seguridad Interna y la Seguridad Externa, la Defensa Civil, el Orden Interno, el Orden Público y la Seguridad Ciudadana.

Hasta aquí se podría decir que está bien, pero desde mi personal experiencia, visión y perspectiva, se deja de lado, como siempre y por desconocimiento, lo referente a la Seguridad Vial. Cuando en muchas ocasiones he tratado este tema y su importancia dentro de la convivencia humana y acorde con la actualidad en tiempo y espacio, se menospreció y subestimó el planteamiento y algunos lo consideraron fútil. Luego de escuchar y enterarse del basamento del mismo y las negativas consecuencias a las que diariamente estamos expuestos todos los seres humanos sin excepción alguna, recién empezaron a proponer alternativas para coadyuvar a que exista en el Perú una real y efectiva Seguridad Vial.

He iniciado esta mi Carta a su persona refiriéndome a hechos que ocasionan el temor de la población y su natural descontento por la inefectividad de las Autoridades en combatirlas. Estamos leyendo en los diarios, escuchando y viendo por los medios de comunicación social, las críticas contra la ineptitud, la ineficacia y la ineficiencia de las autoridades competentes en este campo operacional, con los irónicos y despectivos comentarios, en forma tal vez irrespetuosa por los cargos que ocupan tanto el Presidente de la República y el Ministro del Interior, pero que a la luz de los hechos, no dejan de tener razón como queja. ¿Sabe usted Sra. Jefa del Gabinete Ministerial a cuánto ascienden los gastos por reparación de daños a la propiedad pública y privada a consecuencia de los accidentes de tránsito? ¿Sabe usted cuánto pierde el Estado sólo en Horas-Hombre por la congestión vehicular y/o por las consecuencias de los accidentes de tránsito, sean fatales y/o por lesiones? ¿Sabe usted cuantas personas fallecen o quedan lesionadas temporal o permanentemente a causa de los accidentes de tránsito? ¿Tiene conocimiento usted a cuánto ascienden los gastos de las Aseguradoras, sean de vehículos, atenciones médicas de emergencia, terapia, tratamiento y/o medicinas o sepelio a consecuencia de los accidentes de tránsito? ¿Tiene idea sobre cuánto se contamina el ambiente con motivo de la congestión vehicular? Estoy más que seguro que usted lee periódicos y escucha o ve noticieros y se entera por medio de ellos, los diarios accidentes de tránsito que ocurren en nuestro País y el número de muertos y heridos que ocasionan, pero como a muchos otros, eso solo son noticias y cifras frías que más llenan y satisfacen el morbo natural del ser humano que el hecho de hacer recapacitar, que algo malo está sucediendo y que se llama “Inseguridad Vial”. A todos sin excepción, nos debe de preocupar este hecho, ya que todos somos o formamos parte del tránsito en nuestro diario desplazamiento por las vías sean públicas y/o privadas, ya sea como peatones, como pasajeros o como conductores. Todos sin excepción. ¿Se ha puesto a pensar en ello?

El Tránsito significa *dinámica* porque el desplazamiento de un lugar a otro así lo requiere. Lo contrario es ser *estático* o sea, sin movimiento y sin movimiento no hay ni existe el tránsito. Cuando uno se comporta o participa en el tránsito como peatón, uno no es ningún satélite sujeto a un sistema gravitacional giratorio alrededor de una cuadra que nos haga caminar simplemente por la acera sin tener que bajar a la calzada para cruzarla. En algún momento debemos hacerlo  y allí estamos expuestos al peligro de los vehículos, aunque estando en las veredas también lo estamos, cuando caminamos distraídos o por la salida de vehículos de las cocheras cuyos conductores no toman las precauciones debidas al hacerlo. Si usamos los vehículos de transporte, sean públicos o privados nos convertimos en pasajeros y también estamos sometidos a los peligros del tránsito. Si somos los que conducimos los vehículos, igualmente. Existen, han existido y existirán también peligros al interior de una propiedad privada debido al desplazamiento con relación a un vehículo.

La Organización Mundial de la Salud, ha considerado que los accidentes de tránsito están entre las tres mayores Causas de mortalidad en el mundo entero, a lo que ha dado a denominar las tres “C” de la Muerte: Cáncer, Corazón y Circulación Vial. En el Perú no somos la excepción a la regla general, y estamos por encima en cifras, a las muertes que han ocasionado los desastres naturales, el terrorismo, la delincuencia común y organizada. Solo compiten en cifras estadísticas las enfermedades neoplásicas y los males cardio-vasculares a los accidentes de tránsito como causalidad de muerte. El Gobierno respalda y participa abiertamente en las Colectas y las Maratones televisivas y radiales en apoyo y a favor de la lucha contra estos flagelos contra la salubridad de la población. ¿Y contra la Inseguridad Vial?  ¿Es o no preocupante para el Gobierno?

Aunque usted por el puesto y cargo que ocupa lo puede solicitar y con mayores especificaciones, le voy a dar a conocer algunas cifras estadísticas de los accidentes de tránsito con consecuencias fatales y lesiones ocurridos en territorio peruano, desde el año 2009 a fin lo tome referencialmente para lo que finalmente deseo concluir. Las Fuentes que he consultado son:  
* Ministerio del Interior – Dirección de Gestión Tecnológica de la Información y Comunicaciones
* Direcciones Territoriales de Policía
* Estado Mayor General PNP/OFITEL
* Ministerio de Transportes y Comunicaciones – OGPP – Oficina de Estadística
* Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI

2009 –  86,026 Accidentes de Tránsito   3,243 Muertos   48,395 Lesionados.  En Lima 52,916 61.51%
2010 –  83,653 Accidentes de Tránsito   2,856 Muertos   47,402 Lesionados.  En Lima 50,520 60.39%
2011 –  84,495 Accidentes de Tránsito   3,531 Muertos   49,291 Lesionados.  En Lima 49,407 58.47%
2012 –  95,692 Accidentes de Tránsito   4,138 Muertos   54,547 Lesionados.  En Lima 52,568 54.93%
2013 – 108,420 Accidentes de Tránsito  4,849 Muertos   60,384 Lesionados.  En Lima 55,932 51.58%

Las Conclusiones de las investigaciones de todos estos accidentes de tránsito, determinaron que las Causas más comunes y frecuentes fueron las siguientes:

Imprudencia/Ebriedad………………………………. 38.8%
Exceso de Velocidad………………………………….. 32.7%
Imprudencia del Peatón/Pasajero……………… 10.5%
Fallas Mecánicas/Luces..…………………………….  2.7%
Desacato a las Señales de Tránsito……………..  2.2%
Exceso de Carga/Pista Malograda y Otras….. 13.1%

Como podrá usted apreciar y darse cuenta, las “Consecuencias” de los accidentes de tránsito en nuestro querido Perú, son comparables a una verdadera epidemia que va en crecimiento año a año. Tal vez se pueda decir que igualmente se incrementa la población y el Parque Automotor, pero del 100% de las Causas que los ocasionan, el 84.2% le corresponde al ser humano, sea este conductor, pasajero o peatón, mientras que las relativas al vehículo y otros solamente llegan al 15.8%. La vida humana señora Primera Ministra es la víctima principal, pero igualmente es el principal responsable   en el hecho que lo produce. Se requiere una participación más intensa del Gobierno, sobre todo en lo referente a la Educación Vial como medida preventiva. Así como la vacuna previene de cualquier enfermedad, la Educación previene contra la ignorancia y el analfabetismo, la conjugación de ello en la Seguridad Vial, debe de prevenir los accidentes de tránsito y si bien sería y es utópico pensar en desaparecerlos, por lo menos debemos disminuirlos y eso sí que sería un logro positivo.

Como quiera que la inseguridad vial se manifiesta a través de los congestionamientos vehiculares y los accidentes de tránsito, para revertir ello a una Seguridad Vial real, debemos desaparecer o disminuir al máximo los congestionamientos y los accidentes al mínimo, para llegar a una movilidad sostenible y sustentable para los usuarios. Todo ello no es ni fácil ni simple, ya que no es labor de una sola Autoridad, sino que es la participación de muchos organismos y entidades. Hay que estudiar y analizar todos los problemas que implican estos hechos, tales como: vías, vehículos, ser humano, medio ambiente, desarrollo urbano, urbanismo, planeamiento, dispositivos legales, ingeniería vial, educación vial, ingeniería de tránsito, fiscalización, sicología, manejo defensivo, cordialidad vial, antropología vial y otros.

Lo que es competencia exclusiva de la Policía Nacional es la Fiscalización a través de la Dirección, Control, Regulación y Sanción que efectúa la Dirección Ejecutiva de la Policía de Tránsito y Control de Carreteras a nivel nacional, y la Prevención, Investigación y Reconstrucción de los accidentes de tránsito que realiza por medio de sus Unidades Especializadas también a nivel nacional. Todo lo anteriormente expresado lo respalda y ampara el Artículo N° 166 de nuestra Constitución Política del Estado, que dice que es obligación de la Policía Nacional del Perú cuando las circunstancias lo ameritan, intervenir en cuanto caso se refiera a la inseguridad vial y no como erróneamente lo indica el Código de Tránsito, el Reglamento General de Tránsito y el actual Ministro del Interior, que solo le compete al personal asignado al Control del Tránsito.

La Educación Vial es el pilar para que desde las escuelas o hoy llamados Institutos Educativos, impartan los conocimientos necesarios en materia de tránsito, debiéndose retomar la ahora ausente Educación Cívica en la currícula escolar, designándose instructores de la PNP a todo nivel, desde el Inicial hasta las Universidades, ya que la toma de este conocimiento es básico y esencial para el comportamiento de la persona en la vía pública en toda etapa etárea. De esta manera estaremos tratando de formar una nueva generación que irá incrementándose con los años y cambiando la mentalidad actual, donde aflora el total irrespeto no solo a las normas referidas al tránsito y al transporte, sino inclusive a las autoridades competentes en estos campos ocupacionales, por lo que sería muy conveniente el que se obligue la capacitación periódica de todos los conductores y no solamente de aquellos que se desempeñan como choferes del transporte público de pasajeros y/o carga. La oportunidad podría establecerse al momento de la renovación de cada Licencia para Conducir. Todas las Escuelas de Conductores deberían estar permanentemente controladas por todas las autoridades competentes en las materias y acciones que a cada una de ellas lescorresponda.

Lo extenso de mi Carta creo que el tema lo amerita y expone mi preocupación y propuesta, por lo que siguiendo su ejemplo de hace unos días cuando se presentó ante la población en general por cerca de una hora, exponiendo las razones por las cuales no debe concurrir el señor Presidente de la República a declarar frente a una Comisión Investigadora, abundó en justificaciones. Mi carta en cuanto a tiempo de lectura no es tan extensa y defiende a todos los peruanos por igual.

Entre el 30 de Setiembre y el 02 de Octubre del presente año, se llevó a cabo el IV CONGRESO IBERO-AMERICANO DE SEGURIDAD VIAL, en la ciudad de Cancún –México, donde al finalizar los asistentes signaron la “DECLARACION DE CANCUN” que a grandes rasgos hago de su conocimiento. Refieren tener un profundo compromiso para mejorar la Seguridad Vial en las regiones de América Latina, el Caribe, España y Portugal, que data desde el año 2010 y se proyecta al 2020, con el afán de contar con un espacio para el intercambio de experiencias y buenas prácticas, así como de reflexionar sobre los obstáculos y retos inmediatos a vencer para avanzar en el cumplimiento de la meta de reducción de víctimas de accidentes de tránsito en un 50% al 2020, algo que el Perú debería de imitar en su puesta en marcha y no quedar en la retórica del conformismo. Los esfuerzos deben incrementarse de manera significativa y sostenible en el tiempo, debiendo darse un nuevo impulso al tratamiento de la Seguridad Vial con el objetivo de promover un cambio de ritmo, que pasa por una implicación política, labor de liderazgo y coordinación, asignación de recursos humanos y económicos, redefinición de prioridades y recopilación y difusión y aplicación de buenas prácticas en Seguridad Vial.

La Declaración de Cancún considera INAPLAZABLE la declaración de la Seguridad Vial como una política de Estado; la promulgación de una Ley que permita la institucionalización real de la Seguridad Vial; la creación y el fortalecimiento de los sistemas de información de Movilidad y Seguridad Vial, como indispensables para la toma de decisiones, con acceso público; el posicionamiento de la Seguridad Vial en el centro de las políticas de planificación, diseño, construcción, conservación y gestión de carreteras y vías urbanas; establecer los mecanismos que conduzcan a la profesionalización de una Policía Especializada en materia de tránsito, dotada de la tecnología adecuada para el desempeño de su labor de vigilancia, control, prevención e investigación y reconstrucción de accidentes de tránsito. En este aspecto debería reabrirse la Escuela Superior de Tránsito a cargo de la Policía Nacional del Perú, cuya finalidad sería la de lograr graduar a su culminación, *Administradores Policiales de Tránsito*. Debería diseñarse un procedimiento sancionador adecuado que asegure el cumplimiento de las normas mediante la ejecución efectiva de las sanciones, dejando de lado el actual objetivo de las infracciones, cual es únicamente el recaudar dinero en base al cobro, ofreciendo legalmente una rebaja hasta del 50% a aquel infractor que cumpla con pagar dentro de las 24 horas la infracción cometida. Este sistema discriminador no educa ni concientiza. Promover desde la planificación, políticas para garantizar el tránsito seguro de todos los usuarios; reforzar el Programa Mesoamericano de Seguridad Vial, como ejemplo de la generación de fuertes alianzas multisectoriales para la Seguridad Vial.

Por todo lo expuesto Señora Presidenta del Consejo de Ministro, los cambios y sistemas acometidos hasta la fecha por el Gobierno actual y los anteriores, no son suficientes para hacer frente a los ambiciosos retos que he expuesto, y a tenor de las cifras actuales, los niveles de Seguridad Vial no alcanzan los estándares deseables y se puede predecir un fracaso para contener la epidemia que representan los fallecidos, lesionados y discapacitados como consecuencia del tránsito en sí. Le invoco pues, que los esfuerzos para tal fin, se incrementen de manera significativa y sostenible en el tiempo.
Atentamente
José Carlos Manuel Valdivia Sotomayor
                     DNI 10312625

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