Amigos y damás de la familia Militar-Policial:
No me extraña en nada, el giro de lo que está pasando con nuestras justas gestiones ante la Representación Nacional para lograr resolver la problemática económica remunerativa pensional, pese a la buena voluntad de quienes en el Parlamento se solidarizan y comprometen su franco apoyo en resolverlo y cumplen pese a las consignas en contrario.
No se puede tener confianza en quién o quiénes interponen el interés partidario sobre el interés general del Cuerpo de las Armas de la Nación y la Ley, siguiendo los designios de permanentes odios y rencores, que desde el siglo pasado gestan de generación en generación, llevados por sus fanatismos doctrinarios o nacidos de circunstancias vergonzosas o ajenas al modo de vida de la reserva moral de la Nación.
La repuesta que da el Gobierno de turno es obvia, se negocia a espaldas del respetable en una seudo representación, que nadie avala o confió en nuestro colectivo, que vaya asegurarnos, defender o tener en cuenta las necesidades, intereses y aspiraciones de los miembros de las FFAA y PNP, cuando se discrimina a sus líderes reconocidos o se busca remplazarlos por aquellos que sean proclives o tengas lazos innegables con el poder.
Peor, cuando a sabiendas, que la propuesta del ejecutivo, no contiene solución permanente, se quiere imponer a la gran mayoría que disiente de ella, mediante la suplantación y el engaño, puesto que lo prometido como solución, no lo es e implica en el tiempo a completar toda oferta a futuro, perdida cantada para el supuesto beneficiario, ante el fantasma justificado por una futura devaluación en espiral galopante, por el encarecimiento del costo de vida y la perdida de poder adquisitivo, que nadie puede asegurar no suceda, como lo fue en el anterior gobierno aprista.
Sin la seguridad, de recibir hoy lo que dice el proyecto, sino en un mínimo de 5 años, de los cuales, no existe garantía alguna, que ni este u otro gobierno que lo releve, se digne honrar, tal como nos sucedió, con el inédito DS del 19 de julio de 1990 que ni quien lo dio, García, no lo cumplió, ni al asumir al Poder su sucesor, el Macaco Reo Nipón no lo hizo, ni ninguno de los que le han seguido lo han hecho hasta hoy.
Ni nadie, nos puede asegurar, que el valor del monto total a recibir, equivalga a un milésimo o millonésima parte de lo que hoy se promueve como un gran aumento para los más desposeídos de la fortuna o para sacar de la miseria a los pobres vergonzantes, en que nos han convertido en 25 años de permanente expoliación de nuestros derechos y postergación de nuestras necesidades, intereses y aspiraciones remunerativas o pensionarias.
Deuda permanente, que la conjura política multipartidaria viene ejerciendo contra los miembros de las FFAA y PN, por complot asumido bastardamente con los enemigos del Perú, que es la muestra de su gratitud, por haberles devuelto la Paz y la integridad del Estado, que ellos usufructúan en su provecho y negocian su involución a favor de otras potencias extranjeras mientras niegan al pueblo en Armas todo bienestar o mejora.
Las calles son desde ya, el campo de la batalla para revertir esta injusta situación creada contra la Defensa Nacional por los conjurados y donde debemos dar la gran justa, con el apoyo del pueblo reeditando ese binomio, que fue eslogan victorioso en el siglo pasado:
Pueblo y FFAA, Unidos Venceremos
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