Por: Francisco Diez-Canseco Távara
El caso de los pensionistas de las Fuerzas Armadas y Policiales es emblemático de lo que ocurre en nuestro país con la inmensa deuda social que arrastra el Estado peruano.
De acuerdo a la ley 19846, ellos gozan de una Pensión Renovable que se va ajustando conforme se reajustan las remuneraciones del personal activo. Este sistema equitativo se mantiene vigente legalmente pero, en la práctica, no se cumple hace muchos años, dizque porque no hay plata, según informan a los pensionistas las autoridades correspondientes pero, básicamente, porque ha sido manipulado.
Según paso a explicar a continuación.
En el camino, concretamente en Diciembre del 2012, se expidieron dos decretos legislativos, el 1132 y el 1133. El primero convalida la Pensión Renovable al personal active al 9 de Diciembre de ese año –lo cual era innecesario, ya que estaba y sigue vigente la ley19846- y el Segundo establece que el personal que ingrese a partir del 1ro de Enero del 2013 sólo recibirá el 55% de lo que, a partir de entonces, se denominó la Remuneración Consolidada, por concepto de Pensión Renovable.
Pero ocurre que, desde entonces hasta ahora, los aumentos se han dado a través de bonos que no integran la llamada Remuneración Consolidada y, por tanto, no son pensionables. Como de costumbre, hecha la la ley, hecha la trampa.
Esta situación es emblemática de lo que vemos en muchos otros sectores del Estado. Se dan normas pagando la Deuda Social con determinados sectores y luego los propios gobernantes de turno ven la forma de evadirlas conduciendo a los burlados beneficiarios a abrir acciones al Estado que incumple sus propias disposiciones.
Increíble, pero ciertísimo. Mientras tanto, anualmente se pierden, según se afirma, 12 mil millones de soles por corrupción y, durante los últimos 30 años, poco o nada se ha hecho para combatir este flagelo del cual, felizmente, la población está plenamente consciente.
(*) Candidato presidencial de Perú Nación.
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