CIENCIA AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD
Investigación Criminal
De los archivos de la Policía Científica que conserva la Asociación ACADEMIA CIENTIFICA DE INVESTIGACION DEL DELITO
"ACIDEL"
Corría el primer día del mes de junio de 1970, cuando un fétido olor llamó la atención de los empleados del depósito de cargas de la Estación Ferroviaria del Cuzco; la encomienda procedía de Juliaca a nombre de José Vilchez, que dado el tiempo transcurrido aún no había sido retirado del local. Por lo que el administrador dispuso su apertura, con la sorpresa de hallar en su interior el cadáver de una mujer desnuda en posición de momia atada fuertemente de pies y manos; de lo cual los directivos del Ferrocarril del sur procedieron a llamar al personal especializado de Homicidios de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP).
Realizada la Inspección Técnico Criminalística con el apoyo del Personal PIP del Laboratorio Central, se procedió al recojo de indicios y toma de impresiones dactilares para la identificación de la occisa, como también se estuvo presente en la necropsia, que determinó: "Muerte por traumatismos (mano ajena) y asfixia por oclusión de vías respiratorias; con lo cual se dio inicio a las investigaciones de este excecrable crimen, que mas parecía un argumento cinematográfico, puesto que los autores del hecho para permitir el traslado del cuerpo de la víctima desde Arequipa a Juliaca, en un primer tramo, y luego despachar en tren la tétrica encomienda hacia el cuzco, se le inyectó formol en las glándulas mamarias y en el abdomen, para permitir sin sospecha alguna su destino final, y con esa cuartada evitar ser identificados.
Bajo la premisa: "La rapidez con que se lleve a cabo la investigación preliminar depende el éxito de la investigación", los detectives inmediatamente se contactaron con sus similares de Juliaca y Arequipa, quiénes indagaron desde el 18 de mayo de ese año por las extraña desaparición de Victoria Onque Medina (18) (ubicada en el Cuzco) y Victoria Herselinda Chire Ope (22), que por el estudio de las crestas papilares correspondían al del cadáver, lo cual permitió se indague en la ciudad de Arequipa por su entorno; deteniéndose a los sospechosos Lucas Pinto altamirano, ex-enamorado, de quién tenía una hija de 7 años, y de su primo Buenaventura Ope Mamani que también la frecuentaba, de quiénes se descartó su participación; orientándose finalmente a la ubicación del profesor de secundaria Claudio Romero Pomari (23) que trabajaba en el Colegio de Cabanaconde en Caylloma; quién al ser interrogado, se sintió impotente a seguir negando el crimen y solicitó un instante de silencio, para que con voz pausada y grave narrar las circunstancias del hecho: ..."estaba ebrio y celoso, la golpié con puños y patadas hasta caer al suelo, me abalancé sobre ella y la asfixié hasta su muerte; luego la desvestí y la até de pies y manos. Fui en busca de mi hermano, que al contarle lo sucedido me apoyó inyectándola con formol; la colocamos en una caja grande y rellenándola con aserrín, la forró con yute; luego él la llevó hasta Juliaca y la despachó vía ferrea al cuzco".
Como ven, dentro del mundo delictivo se han presentado casos en que los autores de un delito, sea cual fuere su naturaleza, creen haberlo cometido con "perfección" que, durante algún tiempo se sienten libres de la justicia. Sin embargo, la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) nunca cejó de trabajar para esclarecerlo. ACIDEL, de igual manera, pondrá sus servicios a disposición de la sociedad, preservando, estudiando, analizando las causas y efectos del delito, para devolver la paz que la sociedad reclama a las autoridades de Gobierno.
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