CRONICAS DE CALLEJON DEL PREMIER MINISTRO SIN CARTERA, EL PUNTAPIE OLLANTERO Y EL CHICHERO DEL MELODY, COSAS VEREDES EN EL CONGRESO SANCHO

Congresos los de mi tiempo: De los acalorado debates del recuerdo a los modales de barracón de ahora

Mientras esperamos la llegada del 28 de julio, no precisamente para festejar y salir de paseo, pues estamos misios para darnos esos lujos, sino que hay la remota esperanza que O.H.T. le diga al país que desde el 28 de julio habrá de hacer mejor las cosas. Es decir, que habrá de hacer honor a sus palabras, a sus promesas.

Que lo de Conga no se lo encargue a terceros para que le apaguen el incendio que él ha generado. Que resolverá las carencias de las Fuerzas Armadas tanto en pertrechos como, por ser de justicia, atender el reclamo- desde hace 21 años- lo concerniente a sueldos y pensiones para por lo menos alcanzar el costo de una canasta familiar. Que la corrupción que dijo combatiría la va afrontar ahora sí de verdad.

Que no lo va a hacer con paños tibios por el parentesco o amiguismo de los involucrados. Tenemos muy fresco que una acuciosa periodista descubrió que un patita (amiguísimo) de Alexis, hermano de O.H.T., ha hecho el negocio de su vida. Sin cabildeos ni ocho cuartos, él es el amigo del hermano y punto. Se adjudicó buena pro por más de siete millones de soles. Y esto, vayan sacando cuenta, a menos de una año de gobierno del hermano presidente.

Mientras esa expectativa está latente y esperanzadora en cuanto a corregir el descuido de sueldos y pensiones de las FF.AA y PNP.

Mientras hay el anhelo de escuchar que ya no usará la palabra diálogo solo para distraer a la ciudadanía, sino que lo lleve a efecto. Que dialogue en los hechos.

De la misma forma que se decidirá a conceder audiencias. Y respecto de esa gran falencia. ¿Acaso se siente un inalcanzable Sultán? Si no tiene un serrallo es porque lo marcan al milímetro. Y ahí tienen y pueden preguntarse qué hace doña Nadine, su esposa, pegadita a él en la Amazonía. Los que no vieron el video se perdieron un gran detalle: el comandante en retiro no sabía qué hacer cuando una guapa, muy sensual joven de esas latitudes lo desafía a un baile. Sus ojos, aunque hidrópicos solicitaban… ¿puedo?

Bueno, decía, que mientras viene el 28 de julio – del discurso- veamos algunas estampas que nos producen cierta tristeza, en un caso, y en otros, indignación.

Dicho lo anterior y bajando las revoluciones, las máquinas a un tercio y desde luego, aguantando la caída para un feliz atraque. Miremos un ratito al señor Valdés.

Dicen que este comandante (r) EP fue instructor de O.H.T... De allí se intuye que hubo gran aprecio por el profesor para nombrarlo Ministro del Interior luego Primer ministro sin cartera.- que de un tiempo a esta parte según la usanza política del Perú, quiere decir: nadie le hace caso y hasta se puede dejar pegar por el inefable ministro de economía.

O.H.T. como si moviera piezas inanimadas, lo saca, lo hace a un lado, en un caso muy importante de solucionar. Así que en su presencia nombra a un monseñor de apellido Cabrejos y por expreso pedido de Santos (el presidente de la Región Cajamarca), nombra al padre… ¿será papá como Lugo? O mejor decimos al cura Garatea para que vayan a arreglar lo que, él, Ollanta, malogró.

Pero es del señor Valdés de quien tenemos pena. La delicadeza está ausente en su personalidad. O.H.T lo ignora, lo inmoviliza, pero con el señor Valdés no pasa nada. Con él no es la cosa. Se dijo del comandante (r) EP que es un exitoso empresario. Entonces ¿por qué disimula el puntapié ollantero? que viene siendo un puntapié antisocial diferente al del Piegrande que es físico y por la espalda.

Se supone que algún otro político le hubiera alcanzado el agradecimiento al presidente; toma las llaves y chau. Pero… el señor Valdés… no. ¿Por qué aferrarse al cargo que no significa más de quince mil soles como dieta? ¿Qué lo retiene? Cuál, después de ese ninguneo que el argot criollo- ambos lo son- quiere decir: ¡Arranca, arranca!

¿Cuál será su nuevo campo de inacción, después de la arrinconada? O el muy sangre fría señor Valdés después de escuchar: “Saca las manos, mueve los pies”… -pa’que arranque- espera una… ¿Embajada? De todas formas, sea como fuere o lo que espera… triste papel.

Como quien se toma un respiro esperando el 28 veamos, echemos una mirada al Callejón de la Plaza Bolívar. Que es en realidad, lo que nos produce indignación.

Allí ya no hay buenos modales ni los congresistas visten con sobriedad. La calamitosa presencia se observa desde aquél precursor de la inmundicia. Un tipejo desaliñado, barbilampiño y con el pantalón sujeto por soguilla de la parada. ¿Zapatos? nada que ver. Sandalias-pedazos de llantas recicladas. Y cosas veredes, Sancho; el patita era de apellido, Blanco.

Con esa indumentaria y presencia los congresistas creyeron que se identificaban con los transeúntes y demostrábale su amplia democracia. Nada de afeites ni de limpieza ni nada. Descamisados y desaliñados son los de ahora. De la descripción anterior solo se salvan unos cuantos. Se han llevado al Congreso costumbres por demás campechanas que en otros predios pudieran funcionar como cuando los políticos cargan a un niño que está comiendo mango y los mocos los absorbe junto con el mango. En ese caso, el político se lleva un cerro de aplausos. Después de eso, y evitando que lo miren, se irá a meter a una batea con lejía.

En el Hemiciclo es común ver a un congresista empujarse un pan con huevo mientras que otro congresista está en el uso de la palabra. ¿Acicalamiento? Y ¿eso? ¿Qué es? Podrán alegar que esos melindres no los hacen más ni menos inteligentes. Es cierto. Pero resulta que sueltan cada paparrucha que ¡Dios te guarde! Los finos como acalorados debates pertenecen al recuerdo.

Hubo un señor. Sí, señor. Todo un señor. Don Julio de la Piedra que habiendo confesado que no terminó la primaria porque tuvo que hacerse con la administración de los bienes de su familia acaudalada, tenía gran fineza en el manejo del idioma. La ironía a flor de labios, punzante sin llegar al insulto. De eso hoy no hay nada. Solo se escucha: de conchetu pa’riba y demás flores. Modales, ¿me pregunta Ud.? Respondo: dónde. ¿Acaso no recuerdan al Lechuzón arrojando la Constitución al suelo del Hemiciclo? Dígase de paso que el Lechuzón es un lechero pues ya se habían ido los chapetones que fueron los que le metieron una catalina a su paisano Atahualpa por acción similar con los evangelios. En favor de aquél hay que decir que con cierta razón por que no entendía ni michi del idioma castellano. Pero este Lechuzón sí sabía lo que hacía. Y para qué seguimos.

Vinieron después alguna que otra dama- por decir que no es varón-, porque ¿dama, dama? Nada qué ver; portaban ollas grasientas e impresentables haciendo alharaquiento ruido como si se encontrara cómodamente en la “parada”. Luego de eso la apodaron: Betty la fea. Ella era hija de un connotado dirigente aprista Y qué me dicen de la tenida de los congresistas. ¡Ah!, mi hermano; ese es otro rollo que va de la mano de la huachafería.


Al respecto sería pertinente que el Congreso contratara como personal de planta a un grupo de maricones, perdón, de estilistas, en salvaguarda de cuidar las buenas formas de vestir y corregir modales de barracones. A las damas que usan sombrero decirles que debajo de techo es de mala educación tener encasquetada la bacinica, perdón, el pestilente sombrero.

Si se descubre,- si se quita el sombrero- hay que explicarle, no perderá identidad ni personalidad.

Y bueno, para cerrar, les refiero la gran idea que tuvo nuestro amigo Yehude. ¡Cuándo no! Él invitó a un comerciante que ha diseñado dice, unos pantalones “sacapoto” para que los exponga en el Hall de los pasos perdidos. Tienen la particularidad, dice, que son capaces de sacarle poto a una tabla de planchar. Y vieran que tuvo que darse mañana, el comerciante, para atender la demanda. Techito hacía pedido de a seis. Algunas del sexo femenino que solo alcanzaron a que les hicieran la raya pedían a gritos que le separen unito, “más que sea”.

Ahora sí. A esperar qué dice el Sultán.

A partir de este escrito voy a cerrar con la consigna que me he impuesto:

En Palacio de Gobierno, nunca más Piegrande; nunca más un chichero del mélody.

Saludos a todos.

Surco  julio 2012

Arturo Benjamín Berdejo Vera

Supervisor Primero (R) MGP

COMENTARIO:

Carlos Rodriguez nos dice..... Felicitaciones Dn Arturo Benjamín, sus charlas de "Callejón" me traen recuerdos a mis lecturas de las "Tradiciones Peruanas" de Dn Ricardo Palma; siendo lo más destacado de su lectura, la descripción de los melindrosos y paparruchados congresistas; y otra más, la marcación al Sultán sin serrallo, por parte de la "Diente Frío", que ya es tiempo se deje de politiquerías y paseos por el país: solicitando, micrófono en mano, "....¿dónde está mi ministra?"; cuando debe estar cuidaando a sus hijos, o esa tarea se la encarga a Dn Isaac. 

a la(s) 14:00 el 19/7/12.

E.whittembury nos dice....    MI PARECER DE HOMBRE DE BIEN ES QUE DEBEMOS SER MUY CUIDADOSOS CON LAS PALABRAS QUE UTILIZAMOS, NO PODEMOS NI DEBEMOS OFENDER A NADIE.  ASÍ NO CONSEGUIREMOS NADA. CUANTO GENERAL Y ALMIRANTE NO HIZO NADA POR LOS PENSIONISTAS Y MENOS POR LOS ACTIVOS Y AHORA EN EL ANONIMATO INSULTAN, HACIENDO DAÑO A MUCHOS QUE CREEMOS QUE LAS BUENAS MANERAS LLEVAN AL ÉXITO PARA CUALQUIER GESTIÓN. E.WHITTEMBURY  a la(s) 16:06

Anónimo nos dice.... Qué más ofensa a la Patria que mantenernos al hambre y denigrar nuestro accionar que día a día cumplimos con entrega y sacrificio durante tantos años, abusando de ser hombres y mujeres disciplinados y respetuosos; confundiéndonos con perros guardianes de la corrupción y entreguismo. En otros paises, cerca nada más como Colombis; el presidente manifiesta que quien toca a un soldado o policía está tocando a la Patria. Esos son gobernantes respetuosos de quienes defienden y han defendido nuestra democracia. Ud debe ser un vendido y acomodado en el gobierno que no sufre las consecuencias de estos sueldos de hambre. Mejor se queda callado y no fabrica del divisionismo. a la(s) 16:15