miércoles, 21 de mayo de 2014

EL COMBATE NAVAL DE IQUIQUE

LA CAMPAÑA  NAVAL  DE 1879

El Combate Naval de Iquique, realizado el 21 de Mayo de 1879, tiene un doble significado  muy especial en nuestr historia. Por un lado, la victoria de Grau con el Huáscar, que como no podía emplear sus cañones, hundió con el espolón a la fragata chilena Esmeralda, Por el otro, sucedió  que en ese día, los peruanos y los chilenos “nos volvimos a  pintar de cuerpo entero” -como decía mi sabia abuela- con todas nuestras virtudes los de acá, y con todas sus tristes realidades los de allá…

No voy a relatar el Combate, estimado lector, pero para situarnos, diré que ese día  se dio el primer encuentro de nuestro glorioso Monitor al mando de Grau, y la Fragata Independencia al mando del Capitán de Navío Juan Guillermo More, que habían salido a pesar de estar tan mal reparados de urgencia, luego de varios años desarmados con las calderas y los cañones en tierra; tenían dotaciones sin entrenar, y -para colmo- no contaban con la munición adecuada: disparaban balas-bolas como perdigones gigantes que rebotaban en el casco de los blindados chilenos, disparadas con cañones muy lentos que se cargaban por la boca como los arcabuces de Pizarro. Así, zarparon para  buscar  a  la poderosa  escuadra enemiga que sabían que estaba bloqueando el no protegido puerto de Iquique.

Sobre el Combate Naval de Iquique, sabemos que al comenzar las acciones, el chileno Capitán de Corbeta Carlos Condell huyó del escenario con su buque la corbeta Covadonga  a pesar de que su  jefe Prat le había ordenado combatir. En la historia de las guerras en el mar, nunca se ha sabido de un comandante de buque de guerra en esa cobarde actuación. Sabemos también que por designio aciago del destino -que por otro lado fue muy pródigo con Chile- perdimos en aquel primer día de operaciones nuestro mejor buque -la Independencia- que varó mientras perseguía a Condell.

Sabemos que la Esmeralda se encontraba fondeada con la ciudad al fondo, razón por la cual Grau no podía emplear los cañones para no dañar la población y decidió emplear el espolón y que en el tercer intento hundió a la Esmeralda. Sucedió que como consecuencia del espolonazo, el comandante de la Esmeralda, Capitán de Fragata Arturo Prat, cayó a la cubierta del Huáscar donde falleció como un hombre, pues supo afrontar su destino y presentó combate.

Los chilenos quieren convertir esa fatal  caída  en “salto  al abordaje” a pesar de que el segundo oficial Teniente Uribe escribió: “la última vez que vi a mi comandante en la inclinada  toldilla, estaba fuertemente asido a la baranda para no caer...”. Lo triste es que hay historiadores peruanos que haciendo coro a las mentiras de algunos chilenos, dicen que Prat “murió en un temerario intento de abordaje...”. Quienes  así actúan, lo único que hacen es ofender la memoria del héroe chileno, mostrándolo como un atolondrado comandante jugando  a  pirata.

Por otro lado, sabemos que Grau ordenó rescatar a los sobrevivientes, quienes  una vez  en cubierta del Monitor (7 oficiales y 55 tripulantes) corearon el agradecido y sonoro ¡VIVA EL PERU GENEROSO!  lanzado  por el Teniente Uribe, Segundo  Oficial  de Prat. 

Lo feo de aquella historia, es que en esos precisos momentos y solamente l0 millas al sur -en Punta Gruesa- el chileno Condell que había  huído cobardemente de Iquique, se puso “valiente” y le salió el “huaso” al ver que  sus  perseguidores de la Independencia varada en una roca desconocida, nadaban en las embravecidas aguas tratando de salvar sus vidas, y los cañoneó y ametralló por 40 minutos, hasta que apareció en el horizonte la silueta del Huáscar, con los rescatados chilenos  a  bordo.... Entonces... !Condell  volvió a huir!.

Veamos lo que dicen los historiadores chilenos y los documentos chilenos:

-Carlos López Urrutia, dice: “Condell al verse atacado...decidió desobedecer las órdenes de Prat  y emprender la retirada...More trató de maniobrar con el fin de atacar a la  Covadonga con el espolón por haber perdido su cañón de proa ...la  Independencia  se  varó,  la quilla quedó destrozada y el buque escorado. Condell gobernó de manera que se situó con su buque a la popa del blindado donde podía cañonear a su gusto sin peligro...”. 

-Jorge Inostrosa, en su historia novelada dice: “Entretando la Covadonga huía hacia el sur...”. Luego de relatar la varadura de la Independencia, continúa: “Condell viró para pasar cerca y gritó ¡fuego! con ferocidad... era aquella una matanza  despiadada...”

-En el “Diario de la Guerra del Pacífico” de “El Mercurio” de fecha 28 de Junio de 1979, bajo el título: “Sin la Providencia que guió a Condell...” se publica una carta  de fecha 28 de Junio de 1879, que dirige el Comisario General, civil Sotomayor, al Ministro Varas, y le dice: “Es muy sensible y hasta inexplicable que poseyendo la escuadra tan poderoso material no haya podido aún hacer algo esencial en la guerra... sin la Providencia que guió a Condell por los escollos en que varó  la Independencia, la campaña habría sido una verdadera derrota. Lo digo a Ud. con toda sinceridad y sentimiento, creo que hasta ahora la escuadra peruana  ha dado pruebas de mayor audacia que la nuestra.". ”(Las frases en negrita son subrayados míos).

Esta es la historia de dos actuaciones en la misma mañana, que demuestran quien  es quien o quien fue quien en aquella Campaña Naval, que nuestros historiadores NO nos cuentan. Además, es preciso decir (una vez más) que mientras Grau encomia como un caballero y enaltece unos  méritos de Prat, el cobarde  Condell denigra y pretende manchar el nombre del comandante de la  Independencia Capitán de Navío Juan Guillermo More.

Veamos lo que al respecto ha escrito el historiador venezolano Jacinto López, dice: “Cuando la Covadonga cañoneaba a la Independencia, náufraga e impotente, ésta  arrió  su  bandera, asevera Condell... More negó esta aseveración en una indignada carta pública a Condell... De aquí en adelante se verá que los comandantes de los buques chilenos trataban sistemáticamente de deslustrar y desprestigiar a la armada peruana... Condell no es sino  el primero que la puso en práctica.”.

Por eso es pertinente decir:
 ¡A la  razón,  con  razones; a  la  fuerza… con más fuerza! 

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