sábado, 26 de octubre de 2013

UN ESLABÓN MÁS

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NOTA DE INTERES N° 48-13
PARA CONOCIMIENTO DE LOS SEÑORES ASOCIADOS, SE REENVIA EL ARTICULO DEL SR. MAG FAP CARLOS PELLEGRINI DELGADO.


UN ESLABÓN MÁS….

En una larga, muy larga cadena de maltratos de diverso calibre, que invariablemente proceden de la clase política, dirigidos contra los miembros de las Fuerzas Armadas y por ende, contra ellas mismas… ¿Qué es lo que pasa?

No llegamos a entenderlo a pesar que somos los sufrientes receptores de persistentes atropellos, desconocimientos de nuestros derechos y de aquellos que tocan a nuestros familiares, por medio de argucias e instrumentos legales que terminan escamoteándonos lo que ha sido y es nuestro.

El eslabón al que me refiero en el título, representa la disposición emitida por el MINDEF relacionada con los descuentos por planilla, autorizados por sus titulares, que se han hecho de siempre con la finalidad de honrar la cuotas de pertenencia a las diferentes asociaciones  y entidades vinculadas a los Institutos Armados  a las que nos hemos ligado. Parece que esa facilidad pactada entre los Institutos Armados y sus pensionistas ha mortificado a alguien, quien se ha preocupado de instruir a los Comandantes Generales de los IIAA a fin de que, a partir de Enero del 2014 se suspenda.

  De esa  manera cada uno de los Asociados a una larga lista de instituciones sociales, asistenciales, patrióticas y/o recreativas tendría, todos los meses que realizar una extensa peregrinación para depositar sus cuotas.  Me tomo yo como ejemplo: estoy Asociado a ADOGEN, APASGER, FAMUGAL, AOFAP, AERO CLUB y soy miembro social de ASCOREFA, eso quiere decir que debo acudir, a la cuadra 8 de de la Av Santa Cruz, a la cuadra 63 del Paseo de la República, a la cuadra 3 de Los Datileros en la Molina y a la cuadra 5 de la Av Caminos del Inca, sin contar que soy octogenario y que por ello prefiero no manejar mucho. 

Esto se traducirá en que por la ausencia de esta sencilla facilidad que se daba desde siempre y que nunca ha causado molestia a nadie, las aportaciones de nuestros camaradas en situación de retiro se harán irregulares con lo que sufrirá el sustento de las organizaciones, me atrevería a decir que esta disposición sería la partida de defunción de muchas o, eventualmente de todas. Y estamos hablando de colectivos patrióticos, históricos, recreacionales, asistenciales, sociales, deportivos.  Todos ellos de un valor especial para nosotros porque están muy cerca de los alto valores emblemáticos que nos sustentan.

Perdemos de vista que todas ellas son lugares de socialización, de reunión para celebración de efemérides patrias o institucionales que nos son muy queridas a los soldados profesionales en situación de retiro, que nos sirven para mantener fresco nuestro vínculo de muchos años con nuestro Instituto Armado que es vital para nosotros a la luz de todos los años que le dedicamos, exclusivamente, a nuestra sacrificada profesión.  Parece ser que el o los responsables de éste engendro no se dan cuenta de que nuestra profesión no es sólo una manera de ganarse la vida, sino un modo de vida en sí misma.

El inventor de éste desatino, tampoco se ha puesto a pensar en que la disposición comenzaría por afectar las facilidades y prestaciones que las asociaciones se esfuerzan para dar a sus miembros, para finalmente verse frente a la necesidad de disolver la institución, lo cual obligaría a aquellas que tienen posesiones inmobiliarias a liquidarlas con todos los problemas que ello acarrea.  Algunas de esas propiedades son valiosas, como la de la ADOGEN, la de la ASCOREFA, la de la AOFAP, la de ADORFAIP, el CAP, el Círculo Militar, El Centro Naval, todos los organismos de auxilio mutual, así como los encargados de los sepelios, solo para mencionar unos pocos.  El solo concepto de ésta disposición es sumamente destructivo y está dirigido contra los IIAA, porque afecta todos aquellos lugares que son repositorios de sus valores fundamentales y sus tradiciones más queridas.  Nosotros los soldados somos muy sensibles al valor de nuestros símbolos, ellos son intangibles que atesoramos porque nos formamos bajo su luz, son los moldes y modelos que nos forjaron.   ¿Cuál es el afán de cortar el cordón umbilical que nos vincula, aun en el retiro con nuestras respectivas cunas de origen?

Entendemos perfectamente el pretexto de gobierno del bien mayor, pero no alcanzamos a ver cuál es ese bien que persigue y nadie se digna explicárnoslo.  No somos una manada de borregos ciegamente obediente a los ladridos del perro pastor.  Demandamos una explicación de él o los responsables de esto.  Nosotros también somos peruanos, solo que pertenecemos de aquellos que por formación permanecemos ajenos a la grita callejera o a cerrar carreteras o a las concentraciones vocingleras que parece que son los únicos mecanismos a los cuales prestan atención.

Esto parece que nace de una obscura provisión contenida en la Ley del Servicio Civil (SERVIR), a la que se le ha dado un imaginativo giro para hacerla aplicable a los IIAA, cuando la misma Ley señala, explícitamente que sus contenidos no los alcanzan.
En todo esto, yo sólo veo un muy poco disimulado sesgo antimilitar, que afecta, principalmente a las organizaciones del personal en retiro, parece que como ellos son los únicos que pueden dar mensajes que evidencian la postergación del estamento militar, alguien piensa que es necesario callarlos.  ¿Tan bajo puede caer la manipulación política?

Están planteando la partida de defunción de nuestros más queridos colectivos castrenses.

Mayor General FAP CARLOS PELLEGRINI D.

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