jueves, 25 de agosto de 2016

CECILIA VALENZUELA

La polémica que se ha desatado entre el ministro Alfredo Thorne y el ex ministro Alonso Segura resume algo que todos los peruanos sabemos, pero que será difícil establecer. Nadine Heredia metió la nariz, hizo y deshizo durante el gobierno de su esposo, pero como no convocaba a los funcionarios mediante una comunicación escrita y firmada, ahora los involucrados se podrán negar.
Segura ha salido airado a pechar a Thorne. Que se retracte o que dé nombres, le ha dicho. “Las decisiones que se han tomado con mi refrendo han sido decididas por mí y con todo respaldo institucional” ha añadido.
Entonces que el independiente ex ministro nos explique por qué aprobó todos los proyectos de inversión pública que salieron de la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas mientras él era quien decidía en la cartera de Economía.
Mientras Segura lideró el MEF, entre el 2014 y el 2016, el Perú compró 2.600 millones de dólares en armamento. Algo que no había ocurrido jamás, ni con Velasco ni con Montesinos. Nunca nuestro país había comprado tantas armas en tan corto período de tiempo.Segura, el autónomo ministro de Economía de Humala, no se opuso a ningún proceso de adquisición, al contrario, los aprobó.
Su jefe, Ollanta Humala, creó en enero del 2014 la Agencia de Compras de las FF.AA. Desde entonces, su gobierno compró armamento como si nos preparáramos para una guerra; y la gran mayoría de esas compras se hizo secretamente. Pero para el que no había ningún secreto era para el ministro de Economía, él tuvo que aprobar esas adquisiciones, sobre todo por su cuantía.
El 20 de enero pasado, en esta misma columna, compartí la información del Centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas Ruso que reportaba que el Perú había incrementado su gasto en armas descomunalmente; que en el 2015 gastamos en armas 150% más de lo que habíamos gastado el 2014, y que todas esas compras estaban calificadas de secretas.
El presupuesto del Ministerio de Defensa está comprometido hasta el 2017 y todavía no se ha empezado a investigar hasta dónde el cuento aquel de comprar armamento de gobierno a gobierno, libró de corrupción tamañas adquisiciones. El ex presidente Humala ordenó que se comprara sobre todo a los países en los que él había estado como agregado militar, es decir, allí donde él conocía a los proveedores de primera mano.
El Congreso tendrá que revisar, entre otras, la compra del jet VIP Cessna 560 XL, modelo Citation Excel, por 6’400.000 dólares, para uso exclusivo de la pareja presidencial; así como la compra de los 24 helicópteros MI 17-1 SHP por 580 millones de dólares a la Federación Rusa a fines del 2013.
Como lo comentáramos en mi columna “Humala compra armas como cancha”, 10 de los 24 helicópteros comprados a Rusia se malograron antes de cumplir 150 horas de vuelo; sus motores fallaron porque prematuramente los álabes se resquebrajaron. Si el producto es malo, ¿por qué no se han auditado esas millonarias adquisiciones?
No hay duda, el MEF no funcionó como un órgano independiente durante el gobierno de Humala, las prioridades de nuestro país no son las armas; en términos de adquisiciones militares, el anterior MEF fue la caja de un presidente que se la pasó jugando con sus soldaditos de plomo.
Cecilia Valenzuela

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