martes, 15 de septiembre de 2015

FELICIDADES POLICÍAS DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ


El Coronel PNP ®, Vicepresidente de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú (ADOFAIP), se complace en saludar afectuosamente a los:
Srs. Jefes, Oficiales, Sub Oficiales y Especialistas, detectives, damas y varones de la gloriosa Policía de Investigaciones del Perú (PIP), en situación de actividad y en retiro,
con ocasión de conmemorar este 15 setiembre 2015, el Sexagésimo (LXVII) Aniversario de nuestro Día Institucional y Vigésimo Séptimo (XXVII), dentro de la estructura de la PNP como Dirección Ejecutiva de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia, DIRINCRI, y en tan significativa fecha les hace llegar su más sincera felicitación y mejores parabienes en unión de sus dignas familias, pidiendo a Dios continúe derramando sus bendiciones en todos y cada uno de vosotros y depare mayores éxitos en su vida familiar y profesional.   
                                                   Fdo.
                                                        Juan Gerardo ALVA SÁNCHEZ,
hace propicia la oportunidad para renovar el testimonio de su especial 



LXVII ANIVERSARIO POLICIA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ (PIP)
1948 – 2015

DISCURSO DE ORDEN PRONUNCIADO POR EL CORONEL PNP ® JUAN GERARDO   
ALVA SÁNCHEZ.

HOMENAJE OFRECIDO POR LA ASOCIACIÓN DE CAPITANES DE NAVÍO, CORONELES DE LAS FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL  (ASCOREFA) EL 11 SETIEMBRE 2015

Sr. Coronel PNP Presidente de la Asociación de Capitanes de Navío, Coroneles de las FF AA y Policía Nacional
Sr. General PNP Representante del Sr. General PNP  Director General de la Policía Nacional                                      
Srs.  Oficiales Superiores de las FF AA, representantes de los Srs. Comandantes Generales de la FF AA
Srs. Generales de las FF AA y Policía Nacional
Srs. Past Presidentes de la ASCOREFA
Srs. Oficiales Superiores, miembro del Consejo Directivo de la ASCOREFA
Srs. Oficiales Superiores de las FF AA y PNP asociados de la ASCOREFA
Srs. Oficiales Superiores de la FF AA, PNP y profesionales civiles invitados

Distinguida concurrencia:

Expreso en primer lugar, mi agradecimiento al Consejo Directivo de la ASCOREFA, por el honor que se me concede para ocupar esta importante tribuna, a fin de pronunciar el discurso de orden con motivo del Homenaje a la otrora gloriosa Policía de Investigaciones del Perú (PIP), que este 15 de setiembre conmemora el Sexagésimo séptimo -LXVII- Aniversario de su día institucional, y el vigésimo séptimo XXVII, dentro de la nueva estructura de la PNP, como Dirección Ejecutiva de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia (DIRINCRI), agradeciendo a la vez, a los señores detectives presentes, por su generosidad y confianza de depositar en quien habla, la responsabilidad de esta alocución, reconociendo en cada uno de ellos, la capacidad de poder asumir el compromiso, quizás con mayor rigor histórico, adecuada interpretación de la realidad institucional y mejor retórica; por consiguiente, intentaré estar a la altura de las circunstancias; no sin antes, con vuestra venia Sr. Presidente solicitar a las personalidades presentes nos acompañen en un minuto de silencio en Homenaje a la memoria de nuestro hermano Policía, Héroe Institucional, Sub Oficial Superior PNP Adolfo L. Castellanos Castillo, perteneciente a la Unidad Especializada UDEX de la PNP, fallecido hace pocos días, el 01 de setiembre del presente año, al intentar desactivar un artefacto explosivo dejado por manos criminales en la puerta de un Centro Educativo, en Villa El Salvador, inmolándose en el cumplimiento de su deber. Nuestra sentida condolencia a su doliente esposa, hijos y seres queridos así como a la familia policial (… 1’) Muchas Gracias.

Evocación, realidad y sentimiento PIP
Como toda institución o grupo humano organizado que registra en su memoria social los acontecimientos más significativos de su devenir histórico, la Policía de Investigaciones del Perú, hace 67 años, un 15 de setiembre de 1948, registró e inmortalizó en su alma colectiva, la fecha de su nacimiento a la vida independiente, cuando por Resolución Suprema del Gobierno de aquel entonces, se crea la Dirección de Investigación, Vigilancia e Identificación (CIVI), más adelante Dirección General, dependiente del Ministerio de Gobierno y Policía; se dispone su autonomía funcional y se le otorga el derecho de planificar, desarrollar y construir su propio destino; de fijar el rumbo por donde ha de conducir su quehacer profesional, cuya meta final no será otra que la satisfacción del deber cumplido cuando no, el honor de la entrega heroica de nuestras vidas. 

Lamentablemente, en la dinámica social, la historia de las instituciones del Estado, siempre ha estado sujeta a los vaivenes de la política; para el caso de las fuerzas policiales la cosa no ha sido diferente; por decisión política del gobierno de turno, que asumió el poder el 28 de julio de 1985, la autonomía e independencia de las instituciones policiales dejaron de tener vigencia, se eliminó sus nombres del marco legal que proporciona las bases sobre las cuales las instituciones construyen y determinan el alcance y naturaleza de su participación en la vida del país, pero su historial, tradición, misión y funciones, no pudieron ser borrados de la memoria ni del sentimiento de la población, menos del corazón de la ciudadanía; el ejercicio y cumplimiento de sus respectivas funciones se han mantenido incólumes y jamás han dejado de estar presentes ante el requerimiento de sus servicios, siendo subsumidas e integradas en el nuevo cuerpo de la Policía Nacional, de la cual forman parte, le dan soporte y enriquecen con la experiencia de sus hombres, conocimientos, ejemplo y consejos. 

En el caso concreto de la investigación policial del delito, entendido éste como la conducta tipificada por ley, contraria al Derecho, es natural que en su desarrollo, la pesquisa policial del crimen haya evolucionado como institución, desde su fase de investigación empírica hasta su etapa  de investigación científica, incluyendo la actual era de la informática, sin abandonar sus características de arte y técnica de sus momentos iniciales.

La investigación criminal, en todo estado de derecho no puede ser ignorada o prescindirse de ella; constituye  elemento inseparable de un sistema de acusación fiscal y de justicia penal que pretende ser oportuno, imparcial, eficaz y justo. En tal sentido, se puede afirmar que el trabajo policial en materia de investigación criminal, se encuentra institucionalizado, teniendo en consideración tres aspectos fundamentales:

Primero: Una connotación legal, en la medida en que la Constitución Política del Estado, reconoce que la investigación policial de los delitos, entre otras, es una tarea esencial para la permanencia del estado de derecho, el orden interno, la seguridad y la paz social, conservando tal función en la normatividad del Artículo 166° cuando establece, en la parte pertinente a la finalidad de la Policía Nacional: (…) “Previene, investiga  y combate la delincuencia” (1); además, de haberse instituido en la Ley de la PNP (2), dentro  del calendario de efemérides institucionales, el 15 de setiembre como “Día de la Investigación Criminal”.

Segundo: Una Dimensión social implícita, pues la función de investigar los delitos, emerge de la sociedad y hacia ella se orienta y dirige; a la cual se debe y sirve cada vez que se ve afectada por la comisión de infracciones penales de diversa naturaleza y modalidad; porque cuando ello ocurre, la sociedad espera del Estado una respuesta inmediata a través de una investigación profesional a cargo de personal competente, en todos y cada uno de los casos, sin distinción y en igualdad de condiciones; porque la sociedad entiende que el trabajo del investigador policial, una vez cometido el delito, contribuirá a devolverle la calma, la seguridad y la tranquilidad perdidas cada vez que se identifique a sus autores, sean capturados y puestos a disposición de la autoridad pertinente, alentándola así a respetar el orden establecido y la paz social.

Tercero: Una relevancia institucional, considerando que la investigación del delito, constituye una profesión a la que se llega por vocación y que el detective asume con sentido de responsabilidad, sacrificio y cumplimiento del deber, anteponiendo el interés institucional antes que los intereses personales o sociales. El investigador policial no es el detective de novela o de ficción, sabe y comprende que cuando abraza la carrera, su trabajo implica seriedad, responsabilidad, respeto por sí mismo y por los demás; que no hay momento para distracciones o dilaciones innecesarias si no la de trabajar intensamente bajo la premisa que “el tiempo que pasa es la verdad que huye”, como bien señalaba el médico y criminalista francés Edmond Locard; el detective sabe que su labor se realiza en silencio, en el mayor anonimato posible, sin aplausos, bullicio o protagonismo, para ello se mimetiza con el medio, se camufla para pasar inadvertido o disfraza para cambiar de apariencia y no ser reconocido; la indiscreción o el descuido en la lucha contra la delincuencia puede ser fatal para el éxito de su trabajo o para la propia vida del pesquisa; son muchos los casos con este lamentable final.

Hoy en día, cuando los niveles de inseguridad ciudadana estadísticamente alcanzan cifras preocupantes y las modalidades delictivas han evolucionado; cuando las bandas u organizaciones criminales actúan con más violencia y mayor crueldad, generando una situación que amenaza desbordar los niveles mínimos del control social y provocar mayor violencia generalizada, cuando además, las denuncias falsas, la calumnia y la difamación, proliferan y se convierten en formas de acción de personas proclives al delito, para desprestigiar, destruir honras y distraer la acción de la justicia, la tarea de la policía en su conjunto, se ha convertido en clamor ciudadano a la vez que exigencia colectiva frente a la cual cabe preguntarse ¿es ésta una consecuencia de la desactivación política de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y Guardia Republicana?, cada una profesional en sus respectivas especialidades, ¿en qué medida resultará conveniente el retorno de la autonomía a las tres instituciones para revertir la espiral de crecimiento de la criminalidad y devolver la seguridad y confianza en el Estado, hoy visto como inoperante?; la respuesta puede ser evidente para algunos y engañosa para otros; no obstante, en el contexto de una nueva sociedad denominada “sociedad de la información”, en la que vivimos, el tema deberá evaluarse y abordarse de manera constructiva; mientras tanto, los esfuerzos de la policía, de manera general y de los detectives en particular, en lo que compete a la investigación de delitos a través de las unidades especializadas, de homicidios, robos, estafas y secuestros, entre otras, no ha cesado, ni dejado de ser tenaz, profesional y eficiente, resolviendo los más intrincados casos; los resultados saltan a la vista, la prensa los destaca y no deja de sorprender a propios y extraños. No se puede negar que en el desempeño de la función, también hay deficiencias, errores y negligencia, atribuibles más a factores de inadecuada asignación de recursos, de equipamiento, capacitación y gestión administrativa, que al desempeño estrictamente profesional del pesquisa quien la mayor de las veces se ve obligado a suplir tales carencias, con habilidad, destreza, voluntad y sentido del deber.   

El desarrollo científico, el avance de la tecnología y la aparición de nuevas modalidades delictivas, exige y obliga a nuevas formas de investigar y probar la comisión de un hecho penal, formas que considere las investigaciones sobre información acopiada preventivamente en formatos electrónicos o en Bases de datos de video vigilancia, localización de teléfonos móviles, información genética codificada sobre ADN, etc., importantes mecanismos y procedimientos de investigación criminal que requieren de fundamento normativo; es decir, leyes  que respalden su valor probatorio en un determinado caso. El hecho que la criminalidad exista desde los orígenes de la humanidad no debe llamarnos a consuelo, indiferencia o falta de interés para dar solución al problema, que también pasa precisamente por la revisión y actualización de las normatividad penal vigente y la participación de la sociedad en su conjunto.

De la pulcritud, honestidad y profesionalismo de nuestro trabajo como detectives, depende que la libertad como derecho fundamental del ser humano, tenga sentido. En la búsqueda de la verdad de un delito no podemos darnos el lujo de equivocarnos y privar a un inocente de tan preciado don, si ello ocurriera así, la justicia no sería tal y el error, siendo irreparable, no tendrá perdón. El detective sabe que “no hay nada más engañoso que un hecho cuando se manifiesta deliberadamente evidente” (3); por ello es que su trabajo requiere ser profesional.

Hoy, que estamos en el retiro, quizás valga la pena preguntarnos, si durante nuestro paso por la institución ¿Hicimos lo correcto en el cargo que nos tocó desempeñar?, ¿Podemos sentirnos satisfechos de la labor cumplida? ¿Qué ejemplo hemos dejado a los detectives de las nuevas generaciones?...Cada uno de nosotros los detectives, sabe y recuerda las unidades en las cuales nos tocó cumplir nuestro juramento; desde las antiguas Secciones de investigación en Comisarías, pasando por las Brigadas de Investigación de Robos o de Homicidios, hasta las grandes unidades especializadas: DIRINCRI, DIRCOTE, DIRPOFIS, DIRSEG, DIRANDRO, DIRINT, etc., desbaratando bandas, capturando homicidas, ladrones y secuestradores, terroristas, narcotraficantes, etc. En suma,  la presencia del investigador policial, la encontramos en diferentes campos de la actividad humana, desplegando conocimientos y habilidades profesionales en defensa de la legalidad, de los derechos humanos, de la razón, de la ley y de la justicia.

El balance de su labor, de seguro es favorable: la mística institucional es su fundamento, detectives siempre competitivos, capaces, cabales y eficientes en el desempeño de sus respectivas tareas o funciones, comprometidos con la verdad, la ley y con sus reglamentos, sentando clase, calidad y eficiencia que hoy se proyectan a través de la DIRINCRI, y del trabajo de aquellos detectives natos que aún permanecen en servicio y ejercen docencia y enseñanza a los nuevos y jóvenes policías; generando afectos, simpatías y agradecimientos, pero también antagonismos que por esas inexplicables cosas de la vida y de la naturaleza humana, se anidan en el alma del hombre, en detrimento del orden, del honor y de la lealtad.

Claro que sí, podemos sentirnos orgullosos de nuestro pasado y de nuestro presente, sabiendo que dejamos huella y ejemplo a las nuevas generaciones de detectives, pero no siempre esta satisfacción será completa; los logros profesionalmente alcanzados por la Policía de Investigaciones, en un momento dado de su historia, a través de sus miembros, algunos de ellos aquí presentes, a quienes saludo reverente de manera fraterna, no han sido fáciles; ha demandado mucho sacrificio, horas de desvelos y vigilias, momentos ingratos y días aciagos que nos deja también un saldo de tristeza, de dolor y de congoja por la sangre derramada de muchos de nuestros compañeros de armas, caídos en el cumplimiento del deber, trazando la senda del verdadero compromiso con Dios, con la Patria y con la Ley; sus nombres, que sería largo enumerar, están grabados en el alma de todos los detectives, en el corazón de la ciudadanía y perennizados en el Cenotafio de los Mártires y Héroes institucionales; Honor y Gloria a ellos, en la memoria de nuestro emblemático héroe Capitán PNP Alcides Vigo Hurtado, con nuestro permanente recuerdo y admiración. (4)

Finalmente, debemos considerar, que al margen del aspecto eminentemente profesional, existe el lado humano del detective, como un ser de carne y hueso, que siente y se emociona; se alegra y se entristece como todos los demás; la nostalgia y la angustia lo abruman en determinadas circunstancias; en silencio y en su soledad también enjuga lágrimas y no serán pocas las veces en que se haya visto sumido en la depresión; por ello, que esta fecha de recuerdo y de conmemoración del 67° aniversario institucional, sea propicia además, para que nuestros colegas detectives reunidos hoy en este ágape de homenaje que organiza la ASCOREFA, a la cual reiteramos nuestro agradecimiento, hagamos un momento de reflexión e imaginariamente ingresemos al túnel del tiempo, recorramos los años del ayer y evoquemos las horas gratas; a los colegas y amigos que se fueron; también a los que hoy nos acompañan, muchos de ellos de las FFAA y de las instituciones hermanas de la PNP; aun podemos darnos tiempo para soñar despiertos y acariciar todo lo bueno que hicimos en el desempeño de nuestra misión, de lo mucho o poco que nos brindó la vida; de poder contemplar las obras que nos correspondió realizar; de abrazar, besar y brindar todo nuestro amor a nuestros seres queridos, aquellos a quienes, en un momento dado, les quitamos el derecho de gozar de nuestra permanente compañía; de privarlos tantas horas de nuestro cariño y afectos, de descuidarlos tal vez cuando más nos necesitaron, pero que al dejar las filas institucionales, al retornar a casa, ya casi en el ocaso de nuestras vidas, nos reciben siempre con cariño, sin resentimientos, nos dan su comprensión, se alegran de vernos, nos alientan, nos aman y  reconfortan; me refiero a nuestros adorados padres, algunos disfrutando ya de la Gloría de Dios, otros aún en vida, compartiendo vuestra compañía; a nuestras amadas y abnegadas esposas, queridos hijos, entrañables nietas y nietos; es justo que los disfrutemos. Por todo ello y por muchas cosas más, mantengámonos unidos, aún queda pendiente la tarea por la defensa de los legítimos derechos del militar y del policía peruanos, traducidos en una remuneración pensionaria justa equitativa y digna, hoy arrebatada y congelada injustamente por quienes ostentan el poder político, y a quienes hay que responder con energía y coraje, con el honor y la dignidad que siempre ha caracterizado a las FFAA y la PNP, si antes hemos defendido a la patria y a la sociedad arriesgándolo todo incluso nuestras vidas, con mayor razón hoy que se ataca a nuestras familias atentando contra su mejor calidad de vida, defendámoslas con la misma o mayor intensidad; no permitamos queridos amigos que la indiferencia y la inacción nos suma en el olvido y nos separe para siempre.

Nuestra más sincera felicitación y mejores parabienes a todos los detectives del Perú, damas y varones, en nuestro día jubilar, rogando a Dios para que siempre los proteja y siga derramando bendiciones sobre cada uno de ellos y sus familias. Un fraternal abrazo.

¡VIVA LA POLICIA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ!


MUCHAS GRACIAS  

COMENTARIO:
COMO SERA TODA LA VIDA EL 1509  EL DÍA  MAS ESPECIAL DEL CALENDARIO PERUANO SE SALUDA A TODOS LOS DETECTIVES DEL PERÚ, PERTENECIENTES A LA GLORIOSA POLICÍA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ- PIP, EL TIEMPO DIO LA RAZÓN CUANTA FALTA HACEN LOS DETECTIVES PARA LA SEGURIDAD CIUDADANA, YA SABEMOS QUE LA POLÍTICA  FUE LA CAUSANTE DE TODO LO QUE ESTA SUCEDIENDO ACTUALMENTE, AHORA  SI PIDEN QUE VUELVA LA PIP, LO QUE NO QUIEREN ENTENDER QUE POCOS FUIMOS LOS ESCOGIDOS PARA ESTAR EN NUESTRA ALMA MATER  LO QUE NO DICEN ES DONDE VAN A PODER CAPACITAR A NUEVOS DETECTIVES.
 VIVA LA POLICÍA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ 
Leoncio Zorrilla

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