sábado, 13 de septiembre de 2014

12SET1992 TRIUNFO PERUANO, PERO SIGUE EL MALTRATO A LOS PENSIONISTAS QUE LO LOGRARON

La caída de Abimael Guzmán: La captura del siglo

El 12 de setiembre de 1992, dos años de inteligencia policial concluyeron en el desplome de la cúpula principal de Sendero Luminoso.

A 20 años de la caída de Abimael Guzmán: así fue la captura del sigloENRIQUE VERA 
La casa de la calle 1, hoy Varsovia, en la urbanización Los Sauces, fue rotulada en el GEIN como ‘El Castillo’. Tenía tres pisos, puerta y portón de madera sobre los que se alzaba un tejado cubierto por una enredadera espesa. No había mayor movimiento ahí que las idas y vueltas de Maritza Garrido Lecca, Carlos Incháustegui o sus eventuales visitas. A las 8:45 a.m. del 30 de agosto de 1992, el suboficial PNP Carlos Iglesias, saltó desde la tolva de un camión repleto de desperdicios directo a dos bolsas de plástico que minutos antes la bailarina sacó del ‘Castillo’. En medio de restos de comida, un papel arrugado tenía la anotación RBP. El análisis policial arrojó luego que eran las iniciales de Reunión del Buró Político. Una sesión que, en el marco del Tercer Pleno del Comité Central de Sendero, nadie más que Abimael Guzmán podría encabezar.

GAVIOTA CAZA AL ZORRO
8 de setiembre de 1992. Zenón Vargas, ‘El Zorro’, sale de su casa en la urbanización Balconcillo, La Victoria, mira de soslayo a ambos lados y sin apuro toma un teléfono público. Echa el rin y carraspea al hablar: “Ya se están confeccionando los pantalones, muy pronto enviaré el lote”. Tras él, la agente Cecilia Garzón, ‘Gaviota’, finge ser una madre de familia urgida por llamar. Lanza un resoplido y corona su brillante actuación reprendiendo: “Señor, ¿ya terminó?”. ‘El Zorro’ parte. ‘Gaviota’ ha memorizado la frase que, en clave, revela el taller para diseño de panfletos y propaganda subversiva oculto en casa del coordinador nacional entre los comités de la región centro y la Dirección Central. 
Los agentes José Gil y Guillermo Bonilla no quitaron la vigilancia a ‘El Zorro’ en cuatro días. La mañana del 12 de setiembre de 1992, cuando en el GEIN aún se discutía la hora de dar el batacazo en ‘El Castillo’, Zenón Vargas volvió a salir de su vivienda. Su rápido y nervioso tambaleo exasperó a los sabuesos que le seguían la pista. De súbito uno de ellos decidió embestirlo ante la grave posibilidad de fuga. ‘El Zorro’ fue capturado cerca al paradero de la avenida México en la Vía Expresa. La irrupción a la morada de Balconcillo develó después que se trataba de un almacén de manifiestos ‘políticos’ y textos que avivaban la lucha armada. Revisado el video del allanamiento en el GEIN, Benedicto Jiménez expresó: “Era lo que faltaba para completar el ajedrez. Por la cercanía que tenían ‘El Zorro’ y Maritza Garrido Lecca, al menos un dirigente de la cúpula senderista debía estar en la casa de Los Sauces. O Guzmán… en el mejor de los casos”. 

LA HORA CERO
A las 6:00 p.m., cuatro patrullas con 18 agentes a bordo salieron del Complejo Policial ubicado en la avenida España rumbo al ‘Castillo’. En su recorrido esquivaron eufóricas turbas de hinchas de Universitario que volvían del estadio de Matute. Ahí donde Álvaro Barco y Juan Carlos Letelier habían granjeado un 2-0 sobre Alianza Lima, clásico vital para los cremas en la consecución del campeonato de 1992. Cuando el mayor Miyashiro desplegó sus hombres a una cuadra del ‘Castillo’, los suboficiales Cecilia Garzón ‘Gaviota’ y Julio Becerra ‘Ardilla’, tomados de la mano, ya improvisaban de pareja risueña cerca al frontis franqueado por las entradas de madera. Eran las 7:34 p.m. del 12 de setiembre. “Los dos convivieron tres meses observando la casa de Los Sauces y ese día tenían la orden de pasear a la espera de que alguien entre o salga para irrumpir”, contó a elcomercio.pe desde su actual despacho de la Dirección Regional de la PNPCallao, el general Carlos Morán, ex miembro del desactivado GEIN. 
“Tómense una gaseosa en la bodega que está al costado para no generar sospechas”, fue la orden para la pareja. ‘Gaviota’ respondió que no tenían dinero y entonces la nueva directiva fue tajante: “¡Chapen!”. Garzón y Becerra iniciaron el largo beso que hoy también les ha dado 20 años de matrimonio, cuando unas llaves en la cerradura empezaron a sonar. Salían Celso Garrido Lecca y la bailarina Patricia Awapara. ‘Gaviota’ se apresuró, lanzó un grito y disparó al aire cuando Maritza Garrido, quien había salido a despedir a su tío, intentó cerrar bruscamente la puerta. La suboficial comunicó que la incursión estaba en camino a sus superiores y al grupo de efectivos que aguardaban a 150 metros. Fue la última comunicación por radio, el contacto se perdió. Mientras, ‘Ardilla’, seguro de que el modus operandi de Guzmán no contemplaba armas en las casas que habitaba, corrió hacia el segundo nivel para ponerle el guante. 

CAYÓ EL CACHETÓN
Una mujer de traje negro intentó contenerlo cerrando arriba una puerta de triplay, pero Becerra logró derribarla. Era María Pantoja Sánchez, la camarada ‘Doris’. Al verse vencida corrió por el vestíbulo hacia la habitación donde estaba Abimael Guzmán Reynoso cerca de Elena Iparraguirre ‘Miriam’ y Laura Zambrano ‘Meche’. “Carajo, no se muevan, soy de la Policía”, gritó el agente blandiendo su revólver. ‘Miriam’ se le abalanzó y un nuevo disparo retumbó en ‘El Castillo’. Consiguió zafarse, tomó aliento y abordó a Guzmán que observaba impávido desde su escritorio: “Tú te mueves y yo te mato carajo”, increpó el agente mientras helaba el rostro del genocida con el cañón corto del arma. “Está bien muchacho, está bien, tranquilo, ya perdí, pero, por favor, tranquilízate muchacho”, fue el susurro del rendido cabecilla. 
Trece miembros del GEIN liderados por el entonces mayor Marco Miyashiro penetraron a trote firme en el inmueble. Un equipo reforzó a ‘Gaviota’ en el primer piso neutralizando a un desequilibrado Carlos Incháustegui que clamaba por su muerte: “Mátenme, mátenme, mátenme de una vez por favor”. Otro grupo acudió en ayuda de ‘Ardilla’ y confinó a ‘Doris’ y ‘Meche’ en habitaciones separadas. El oficial Carlos Morán exigió a Guzmán que vacíe los bolsillos del maltrecho saco plomo que vestía. La iracunda ‘Miriam’ contraatacó entonces: “No lo toque, no lo toque, él puede hacerlo solo, a él nadie lo toca”. “Yo también puedo hacerlo”, musitó Guzmán. 
Durante el registro del ‘Castillo’ se halló varias botellas de vino de alta cosecha y carne en el refrigerador. Todo fue propicio para un banquete al paso: lomo saltado, brindis y abrazos. Hubo lágrimas de puro valor desbordado. Los agentes abrían cajas, guardaban cuadernos, apuntes, banderas, cuadros, toda clase de objetos y material subversivo. En el umbral del cuarto, el mayor PNP Marco Miyashiro reactivó su radio portátil. Por fin en calma infló los pulmones y exhaló. Su voz grave sosegada fue el sello a la ‘Operación 
Victoria’ y a esa noche, la larga noche que hirió al terror: “Ha caído ‘El Cachetón’”, aseguró.

Los momentos que hicieron posible la captura de Abimael Guzmán

Una exitosa labor de inteligencia policial propició la caída del cabecilla de Sendero Luminoso

A 20 años de la caída de Abimael Guzmán: los momentos que hicieron posible su captura
ENRIQUE VERA (@kiquevera)

Esta es la victoria del planeamiento paciente y la estrategia de unos sobre la carnicería paupérrima de otros. El golpe de la táctica al detalle ante el ojo por ojo a ciegas. En suma, un feroz puntillazo del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), brazo antiterrorista de la Dircote, al Servicio de Inteligencia Nacional de Vladimiro Montesinos, que a la postre también marcó su cadalso. En 1990, un grupo de agentes montó la empresa de combatir con sigilo a Sendero Luminoso, desmontar su directiva y llegar con aplomo a la captura del huidizo genocida, Abimael Guzmán Reynoso.

 Aquí los momentos determinantes en dos años de trabajo policial que culminaron la noche del 12 de setiembre de 1992, veintidos años atrás.
A fines de los ochenta, los pasillos de la entonces Dircote, en el centro de Lima, albergaban una disputa que, aunque silenciosa, era punzante y permitía a los tentáculos terroristas esparcirse gravemente por la capital. De un lado, primaba la terquedad del coronel PNP Victoriano Blanco Carrillo, jefe de los denominados Deltas, en combatir la subversión bajo los mismos métodos con que lograba atenuar la delincuencia común. Del otro, estaba el ímpetu de Benedicto Jiménez, mayor recién egresado del curso superior de Inteligencia que, junto al mayor Marco Miyashiro, propugnaba estudiar el pensamiento de los altos mandos de Sendero Luminoso y plantear estrategias en base a la máxima: “Para vencer al enemigo primero hay que conocerlo”.

LOS CAZAFANTASMAS
El tozudo Jiménez fue conminado a renunciar y luego expulsado por Blanco. Cuando quemaba el verano del 90, mientras se despedía del director de la Policía Técnica, general Fernando Roca, el oficial separado recibió la propuesta de encabezar un despacho de investigación terrorista que contemplaba el desarrollo de sus tesis (Inteligencia + Investigación = Captura). Fue el nacimiento del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN). La unidad quedó adscrita a la Dircote y respondía al Comité de Asesoramiento (COA) que dirigía el general Manuel Tumba, ‘Hermanito’, acribillado dos años después por un brazo sedicioso. Con la misma diligencia que Benedicto Jiménez tuvo para reclutar al capitán Félix Castro ‘ForFay’, a los tenientes Joe Sánchez Alva y Jorge Luna Chu ‘Coco’ así como al suboficial Carlos Iglesias ‘Charapa’, sus críticos en la misma Dircote se apuraron a bautizar al naciente núcleo como ‘Los Cazafantasmas’.


El acta de fundación del GEIN que atesoraba ‘Hermanito’ tiene como fecha el 5 de marzo de 1990. “Yo llegué tres días después con otros oficiales especializados en inteligencia electrónica. Conseguíamos información, la contrastábamos y sugeríamos seguimientos a los mandos que se deducían de esas pesquisas”, narró a el comercio.pe el ahora general Carlos Morán Soto.‘Operación Isa 90’ fue el primer gran golpe del GEIN y tuvo como objetivo el allanamiento de inmuebles y la captura de los dirigentes senderistas con que Judith Díaz Contreras ‘Isa’ contactaba en Lima. “Ella había sido detenida en el 85 pero salió por falta de pruebas. Se convirtió en el nexo de Sendero en Lima. Recibía llamadas, retransmitía datos, repartía encargos. Vigilarla fue establecer su red de contactos para luego descifrarlos”, señala Morán. Además de ‘Isa’, el GEIN logró en este proceso la captura de Elvia Zanabria Pacheco ‘Juana’, encargada del Departamento de Apoyo Organizativo (DAO), en la llamada ‘Casa Monterrico’ de la urbanización Mariscal Castilla. Ese fue un dardo al corazón de Sendero pues de ahí se recabó información sustancial de la cúpula subversiva y datos precisos para la toma de otros 40 inmuebles terroristas.

PASE DE ‘SOTIL’
Con la detención de ‘Juana’, el GEIN focalizó sus acciones en Deodato Juárez Cruzat, ‘Germán’, quien resaltaba en los documentos hallados por los agentes como titular del Departamento de Propaganda. La lupa puesta sobre ‘German’ llevó a los sabuesos hasta sus constantes reuniones con Luis Alberto Arana Franco, del cual pronto se supo que era director de la academia preuniversitaria César Vallejo y, más aún, el financista de Sendero en Lima. En el marco de la ‘Operación Propaganda’, ejecutada los primeros días de setiembre del 90, Juárez Cruzat cayó junto a 14 secuaces al ser intervenida una casa de Santa Anita. En adelante, el blanco fue Arana o mejor conocido en las oficinas del GEIN como ‘Sotil’ por el impresionante parecido físico con el recordado futbolista Hugo ‘Cholo’ Sotil. Entonces, una estrategia minuciosa y paciente fue puesta en marcha. “Lo seguimos día y noche durante dos años. Era la gallina de los huevos de oro. Sabíamos que los principales mandos de Sendero acudirían a la fuente. ¿Y cuál era la fuente? El dinero. Ese era ‘Sotil’”, recuerda el general Morán.


Diciembre de 1990. La figura se repite de manera infrecuente. ‘Sotil’, bolsa negra en mano, trajina y se mimetiza en los jirones que parten la avenida Argentina o en los paraderos de la Carretera Central. No es más un ciudadano común. En el GEIN, sus ojos hundidos y bigote de dos semanas valen el trabajo pertinaz y trasnochado de casi un año. Está prohibido perderle la pista en rigor castrense. No se come, no se habla, nadie se mueve si ‘Sotil’ cruza el lente de alguna cámara de video asignada para su seguimiento. Es la tercera vez que Angélica Salas Cruz o camarada ‘Paloma’, coordinadora del Comité Central de Sendero, va al encuentro del financista. Recibe el paquete y recalan juntos a la casa signada con el 265 de la calle Buenavista, en Chacarilla del Estanque, del distrito de Surco. La orden fue explícita y no tuvo contemplaciones: Ovise (Observación, Vigilancia y Seguimiento) al inmueble. Pronto se supo de una actividad inusual ahí:el cumpleaños de Abimael Guzmán se había celebrado el 3 de diciembre. Junto con la ‘Casa Buenavista’ se planeó la toma de otras diez viviendas. La captura de Guzmán era inminente, pero hubo delación y se abortó el operativo. Recién la incursión tuvo luz verde el 31 de enero de 1991, cuando el cabecilla ya estaba varios kilómetros fuera. Pero ahí se logró el arresto de ‘Paloma’, de Nelly Evans Risco, ‘La monja’, y el hallazgo de una pieza invaluable: el mítico video ‘Zorba el griego’.

RESPUESTA CON DINAMITA
La lucha, en adelante, fue descarnada. Si el GEIN desarticuló el Departamento de Defensa, Socorro Popular, el Grupo Especial de Trabajo o el Grupo Intelectual Popular Subversivos, a partir de la pista de ‘Sotil’, Sendero respondió con el asesinato de María Elena Moyano y el estallido de Canal 2. Benedicto Jiménez ordenó el 22 de junio de 1992 la captura de Luis Arana ‘Sotil’. “Estaba rematado, se rindió rapidísimo. Se le ofreció garantías para su vida como testigo clave y declaró que, en efecto, había visto a Guzmán apenas un mes atrás. Detalló que desde un estacionamiento, en Surquillo, partió en un vehículo conducido por una ‘pituca miraflorina’ y en el que también iba el coordinador huancavelicano Zenón Vargas ‘El Zorro’”, remarcó otro ex analista del GEIN que prefirió no se revele su identidad. Fue tras ese encuentro que ‘Sotil’ recibió la orden de alquilar la casa situada en la calle 1 de la urbanización Los Sauces, Surquillo. “Arana dijo que fue a la vivienda pero a punto de tocar la puerta vio bajar a la misma mujer que lo llevó a su encuentro con Guzmán, que se escondió y se fue”. ‘Sotil’ no llegó a rentar el inmueble, lo hizo la ‘pituca miraflorina’: Maritza Garrido Lecca.


En el GEIN todo se caía de maduro. Los agentes calculaban que los cabecillas senderistas no le tuvieron la suficiente confianza a ‘Sotil’ y por eso se envió a la mujer para que alquile lo que sería el nuevo centro de descanso y actividades de Guzmán. Quedaba por confirmarse si ahí estaba el número uno de Sendero Luminoso. Para ello, parte del núcleo dirigido por Benedicto Jiménez se asentó en seis casas de la misma calle. Agentes divididos en parejas vigilaban día y noche los movimientos que allí ocurrían. Quién salía, quién entraba, a qué hora, cuánto demoraba y qué llevaba. Todo debía ser registrado en fotos y videos. Todo desperdicio que de ahí saliera tendría que ser acopiado. Si había que pasar como basureros, heladeros o chatarreros para espiar el panorama en las inmediaciones, debían ser exhibiciones de lujo. Y no menos. Guzmán estaría a unos 50 metros. Y no menos.

Hoy se cumplen 22 años de la captura de Abimael Guzmán y cúpula de Sendero Luminoso 

Viernes, 12 de septiembre de 2014 
Captura de Abimael Guzmán. (Foto: Archivo La República)

En esta fecha debe ser recordado el valeroso trabajo de los miembros del GEIN, grupo que fue finalmente desarticulado por Fujimori y Montesinos. Hace 22 años, el 12 de setiembre de 1992, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), ingresó a una vivienda ubicada en Surquillo, con el claro objetivo de realizar la ‘captura del siglo’ y detener al líder del grupo terrorista Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán. 

Con él, la Policía Nacional capturó a otros cabecillas de la organización. Este valeroso hecho le devolvió la paz a nuestro país y fue parte del fin de varios años de violencia, que cobraron la vida de miles de personas. 
En esta fecha se debe recordar el trabajo, plan y estrategia de los miembros del GEIN, grupo que fue desarticulado por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. 



Hace dos años, al cumplirse dos décadas de la captura de Abimael Guzmán, una investigación de La República contó que no fueron una, sino dos veces las que el terrorista huyó de los agentes del GEIN, quienes trabajaron bajo el liderazgo de Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro. 
La captura no fue un golpe de suerte, sino un trabajo de inteligencia bien elaborado, por lo que en anteriores ocasiones Guzmán escapó de la Policía. El primero de julio de 1990, los agentes ‘golpearon’ en una treintena de viviendas en Monterrico. Llegaron al lugar donde se reunía el Comité Central de SL, pero Guzmán ya se había ido. 
La segunda ocasión fue en Chacarilla. Todo estaba listo para que el 3 de diciembre de 1992 los agentes ingresen a la casa, pero sucedió un cambio imprevisto y no se logró la captura. 



Sin embargo, con ayuda de Luis Arana, administrador de una academia preuniversitaria que le proveía dinero a SL, se logró la captura. Benedicto Jiménez lo presionó hasta que brindó datos. 
Abimael Guzmán, cumple una condena de cadena perpetua, y los cabecillas de la organización también continúan en prisión por los terribles crímenes que perpetraron en contra de los peruanos durante muchos años.

Estas fueron las claves que determinaron la captura de Abimael Guzmán

A 22 años de la ‘Operación Victoria’, realizada por el GEIN.
Estas fueron las claves que determinaron la captura de Abimael Guzmán | Actualidad

El grupo policial GEIN hizo un trabajo de inteligencia, en donde los detalles, obtenidos gracias a los seguimientos y observación, fueron las claves para capturar al líder de Sendero Luminoso. Según lo muestra el documental ‘1509 Operación Victoria’, estas fueron las claves para lograr la captura de Abimael Guzmán:

El ‘guachimán’ de la tercera casa de Abimael:
Le dio datos muy importantes a un agente GEIN, como la confirmación de que Maritza Garrido Lecca y Carlos Inchaustegui vivieron “con su padres” (Abimael y Elena Iparraguirre) en la casa en Surco, que él vigilaba (tercera casa).
También le dio la información a la policía que vió a Inchaustegui en una panadería en Surquillo. Tras vigilar este local, la policía pudo ubicar a Carlos, quien, tras seguimiento, los condujo hasta la casa de los Sauces (cuarta casa), en Surquillo, donde fue capturado Abimael.

El senderista “Sotil”: Este terrorista capturado, tras intervenir la Academia’ Cesar Vallejo’, fue quien dio las confirmaciones sobre las casas donde vivió Abimael y su cúpula. Además identificó a Garrido Lecca e Inchastegui como los 'lugartenientes' del líder de Sendero Luminoso.
Cigarros ‘Winston’: Entre la basura que tiró Garrido Lecca fuera de la casa de Los Sauces, y que revisaron los agentes, había muchos cigarros ‘Winston’, marca preferida por Abimael. Se encontraron varios de estos cigarros en la segunda casa donde vivió Guzmán.
La hoja que botó Maritza: Semanas antes de la captura la terrorista botó un papel en una calle cercana a la casa de Los Sauces. En esta hoja había inscripciones que  hablaban sobre "la reunión del buró político del comité central". Esto fue la confirmación de los  vínculos de Maritza con Sendero.
La luz en el cuarto de arriba: La confirmación para entrar a la casa, fue una luz que se encendió en el segundo piso, cuando Maritza Garrido y Carlos Inchaustegui estaban en la azotea. Este detalle confirmó  que había más personas viviendo en la casa y que era momento de  intervenir.
La bodega al lado de la casa: Ese pequeño local junto a la casa de Los Sauces permitió hacer un seguimiento muy cercano. Gracias a esta tienda los agentes “Ardilla” y “Gaviota” pudieron estar cerca a la puerta del domicilio de Abimael y entrar el día de la intervención y captura.
Veintidós años de la derrota militar de SL 

 12/09/2014 
César Benavides Cavero Instituto Peruano de Criminalística y Pericias
Hoy se conme-mora el vigésimo segundo año de la derrota militar del grupo terrorista conocido como Sendero Luminoso (SL), que le declaró la guerra al Estado dejando como consecuencia cerca de 69,000 muertos, entre víctimas inocentes, autoridades y terroristas, según la investigación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. 
En la actualidad, podemos gozar con tranquilidad de la paz social que nos otorgaron los miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP), los miembros de las Fuerzas Armadas y los ronderos, a costa de un gran derramamiento de sangre y muchas lágrimas de los desplazados y los familiares sobrevivientes. 


Para que la ciudadanía pueda estar enterada relataremos algunos aspectos de lo que hizo el genocida y fundador de SL, Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso, nacido en la ciudad de Mollendo el 3 de diciembre de 1934. 
Ahora está próximo a ser un anciano de 80 años de edad. Es un individuo que estudió filosofía y leyes en la Universidad de San Agustín de Arequipa y que en 1962 ya había optado el grado de bachiller de ambas carreras. Fue un alumno de mediana brillantez, que se consideraba un académico; su pasado es oscuro por ser un hijo espurio de su padre y sufrió la crianza de una madrastra que aparentemente no lo quería. 


Su ideología está siendo explotada por el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), cuyos miembros pretenden erigirse en los sucesores del nefasto Partido Comunista-Sendero Luminoso, y sus abogados, quienes han purgado condenas, también están en libertad, muy discutida legalmente. 
No debemos olvidar que el primer ataque terrorista fue el 17 de mayo de 1980, con la quema de los padrones electorales en el distrito de Chuschi, región Ayacucho, lo cual configuró una declaratoria de guerra a la Nación peruana. Muchas atrocidades que cometieron son de muy ingrata recordación, como el asesinato masivo de comunidades campesinas y la violencia de su accionar. 


Luego de cerca de 20 años de sembrar el terror en el país, el 12 de setiembre de 1992, en horas de la noche, detectives del Grupo Especial de Inteligencia de la PNP capturaron al líder terrorista. Estos efectivos se prepararon durante diez años para lograrlo. El Perú enfrentaba una guerra interna y no se conocía quiénes eran los cabecillas subversivos, hasta que fueron identificados plenamente gracias a un video capturado en el que Guzmán aparecía ebrio por la celebración de su cumpleaños y danzaba ‘Zorba, el griego’. 
Tras esta victoria de todos los peruanos, no debemos bajar la guardia y, más bien, hay que continuar el trabajo contra la amenaza que representan los abanderados del Movadef.
COMENTARIO:
Carlos Rodríguez nos dice..... Por que el gobierno no enaltece esta fecha significativa que devolvió la gobernabilidad a la Patria; muy por aseguro, que no lo hace, por no comprometerse con reconocer las gustas demandas de aquellos hombres que lucharon por lograr la Paz en el Perú.

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