Cuestión ideológica
-HUGO GUERRA
Periodista
Con muy poco debate y gran ignorancia técnica, está en curso una de las mayores reformas del Estado, a través del cambio sustantivo que se proyecta para nuestras Fuerzas Armadas (FFAA) y la Policía Nacional (PNP).
La delegación de facultades que para tal efecto ha concedido el Parlamento al Ejecutivo es particularmente grave por varios motivos: en un año se han sucedido en la Cartera de Defensa cuatro ministros, lo cual refleja que el gobierno ha venido improvisando mientras se producían inusitados y muy llamativos recambios en la cúpula militar, especialmente en el Ejército.
En sus dos mensajes a la nación, el jefe de Estado no ha precisado cuál es el rol, el tamaño, las funciones y la estructura que pretende impulsar para nuestras FFAA. Y esa falta de visión explícita, pretende llenarse con leyes de autoría incierta que el Congreso terminaría aprobando sin una discusión detenida. Se imposibilita así la participación clave de los altos mandos presentes, las Asociaciones de Oficiales Generales y del Frente Nacional Militar Policial, conformado por 80 asociaciones.
Adicionalmente y pese a que, Humala proviene del Ejército y del nacionalismo, hasta hoy prima en el gobierno una posición contraria a nuestras instituciones militares y policiales. Durante su campaña electoral el ahora mandatario ofreció reparar de inmediato el esquema injusto de sueldos y pensiones. Repitió lo mismo el último 28 de julio. No obstante, los tecnócratas del Ministerio de Economía (MEF) bloquearon el grupo de trabajo intersectorial (MEF, Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior) y se proponen eliminar derechos establecidos, como la pensión renovable (concepto básico en las pensiones militares de todos los países de la región debido al alto riesgo de la función). Intentan, además, recortar al 500/0 los montos pensionables al personal de viudas, inclusive en el caso de haber perdido a sus esposos en actos heroicos. Asimismo, es posible que se declare la liquidación de la Caja de Pensiones Militar Policial (CPMP),a pesar de que el Estado es el principal responsable de su iliquidez y de que se pretende vender el Banco de Comercio, uno de los activos más importantes de la caja.
La cuestión no es técnica ni económica, sino ideológica y antimilitarista. Desde que Wagner fue ministro de Defensa en el régimen aprista se ha demostrado con pruebas la viabilidad de alcanzar una solución financiada al problema pensionario en cinco años, con muy poco impacto financiero. Sin embargo, reiteradamente en el gobierno anterior y hoy la alternativa consensuada se bloquea, recurriendo a estratagemas burdas como elevar los salarios del personal en actividad a base de bonificaciones, con lo cual solo se daría un paliativo temporal, pues, al no ser pensionables, no formarían parte de la pensión.
Todo esto es muy grave. Tanto la Ley Orgánica actual de las instituciones militares cuanto la realidad humana de nuestras FFAA y la PNP corren el riesgo de ser manoseadas políticamente, a propósito de un paquete de normas extraordinarias que no desembocarían en una auténtica reforma, sino en designios políticos que todavía no sabemos cuáles son ni por qué quieren imponerlos en estos momentos.
-HUGO GUERRA
Periodista
Con muy poco debate y gran ignorancia técnica, está en curso una de las mayores reformas del Estado, a través del cambio sustantivo que se proyecta para nuestras Fuerzas Armadas (FFAA) y la Policía Nacional (PNP).
La delegación de facultades que para tal efecto ha concedido el Parlamento al Ejecutivo es particularmente grave por varios motivos: en un año se han sucedido en la Cartera de Defensa cuatro ministros, lo cual refleja que el gobierno ha venido improvisando mientras se producían inusitados y muy llamativos recambios en la cúpula militar, especialmente en el Ejército.
En sus dos mensajes a la nación, el jefe de Estado no ha precisado cuál es el rol, el tamaño, las funciones y la estructura que pretende impulsar para nuestras FFAA. Y esa falta de visión explícita, pretende llenarse con leyes de autoría incierta que el Congreso terminaría aprobando sin una discusión detenida. Se imposibilita así la participación clave de los altos mandos presentes, las Asociaciones de Oficiales Generales y del Frente Nacional Militar Policial, conformado por 80 asociaciones.
Adicionalmente y pese a que, Humala proviene del Ejército y del nacionalismo, hasta hoy prima en el gobierno una posición contraria a nuestras instituciones militares y policiales. Durante su campaña electoral el ahora mandatario ofreció reparar de inmediato el esquema injusto de sueldos y pensiones. Repitió lo mismo el último 28 de julio. No obstante, los tecnócratas del Ministerio de Economía (MEF) bloquearon el grupo de trabajo intersectorial (MEF, Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior) y se proponen eliminar derechos establecidos, como la pensión renovable (concepto básico en las pensiones militares de todos los países de la región debido al alto riesgo de la función). Intentan, además, recortar al 500/0 los montos pensionables al personal de viudas, inclusive en el caso de haber perdido a sus esposos en actos heroicos. Asimismo, es posible que se declare la liquidación de la Caja de Pensiones Militar Policial (CPMP),a pesar de que el Estado es el principal responsable de su iliquidez y de que se pretende vender el Banco de Comercio, uno de los activos más importantes de la caja.
La cuestión no es técnica ni económica, sino ideológica y antimilitarista. Desde que Wagner fue ministro de Defensa en el régimen aprista se ha demostrado con pruebas la viabilidad de alcanzar una solución financiada al problema pensionario en cinco años, con muy poco impacto financiero. Sin embargo, reiteradamente en el gobierno anterior y hoy la alternativa consensuada se bloquea, recurriendo a estratagemas burdas como elevar los salarios del personal en actividad a base de bonificaciones, con lo cual solo se daría un paliativo temporal, pues, al no ser pensionables, no formarían parte de la pensión.
Todo esto es muy grave. Tanto la Ley Orgánica actual de las instituciones militares cuanto la realidad humana de nuestras FFAA y la PNP corren el riesgo de ser manoseadas políticamente, a propósito de un paquete de normas extraordinarias que no desembocarían en una auténtica reforma, sino en designios políticos que todavía no sabemos cuáles son ni por qué quieren imponerlos en estos momentos.
COMENTARIO:
Anónimo nos dice..... Cuidado que el sur debe estar metiendo su cuchara y moviendo sus hilos para que este gobierno inepto y ciego mantenga marginadas a sus FFAA y PNP, ahora que está cerca la sentencia de la Haya. que mejor que agarrar al Perú con una FFAA descuidada, avasallada y con la moral por los suelos para que ellos con su maquinaria bélica modernizada y repotenciada puedan hacer de las suyas ....
cuidado que el sur debe estar metiendo su cuchara y moviendo sus hilos pára que este gobierno inepto y ciego mantenga marginadas a sus ffaa y pn, ahora que esta cerca la sentencia de la haya. que mejor que agarrar al peru con una ffaa descuidada, avasallada y con la moral por los suelos para que ellos con su maquinaria belica modernizada y repotenciada puedan hacer de las suyas ....
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