Fue promotor y artífice de la creación de la Escuela de Cadetes de la PIP y de la transformación autonómica del Cuerpo de Investigación y Vigilancia (CIVI) en la Gloriosa Policía de Investigaciones del Perú (PIP). Brigadier General del Batallón de Detectives y Placa de Oro de su Promoción. Fundador del Movimiento Político Unión, Democracia y Desarrollo (UDD). Fundador y Director del Colegio Particular Toffler, de Magdalena, Lima. Fundador de ACIDEL, Academia Científica de Investigación del Delito, Primer Presidente, y Presidente Vitalicio de la Institución. Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, Perú.
BiografíaTeófilo Aliaga Salazar (TAS), nació en Lima, Perú, el día 30 de julio de 1931, hijo del matrimonio: Teófilo Aliaga Marín y Carolina Salazar Zamora, ambos procedentes de José Gálvez, provincia de Celendín, Cajamarca, Perú. Casado con Elva Monge Solís, con quien tuvo 6 hijos: Rocío, Denise, Medalit, Félix, Daphne y Diego.
Destacó desde la infancia como estudiante, ocupando el primer o segundo puesto de mérito en la primaria, la secundaria, la Escuela de Policía y la Universidad. Realizó luego una carrera brillante en la que alcanzó el grado más alto: Teniente General de la Policía de Investigaciones del Perú. Sobresalió, además, en la adolescencia por su habilidad oratoria así como su talento para escribir y recitar poesías, por lo que algunos compañeros y amigos, algunos de ellos reconocidos poetas peruanos como Arturo Corcuera y César Calvo, llegaron a pensar que se dedicaría a la literatura.
Fundación de la Escuela de Detectives: En el año 1956, el Cadete de cuarto año y Brigadier General de la Escuela de Detectives del CIVI (Cuerpo de Investigación y Vigilancia), Teófilo Aliaga Salazar, solicitó una audiencia privada con el Ministro del Interior de entonces, Dr. Jorge Fernández Stoll, quebrantando así una de las injustas y abusivas órdenes reglamentarias de la Escuela Nacional de Policía, por la que se reservaba esta prerrogativa a los cadetes brigadieres del Cuerpo de la Guardia Civil. El Brigadier General, Aliaga Salazar, expuso al Ministro Fernández Stoll, tanto verbalmente como por escrito, las razones de por qué era imperativo crear un cuerpo autónomo de policías detectives con su correspondiente escuela de cadetes. Como resultado de esta audaz, valiente y lúcida iniciativa, y de otros actos que más tarde protagonizaría (leer más abajo el testimonio de lo que ocurrió inmediatamente después de la audiencia con el Ministro del Interior), el doctor Jorge Fernández Stoll dispuso que la Escuela de la Guardia Civil y la Escuela de Detectives fueran comandadas por sus respectivos brigadieres generales. Unos meses después, con el Decreto del 29 de Enero de 1957, el Ministro cumplió su promesa de crear la ansiada Escuela de Detectives.
Y años después cedería al Instituto Pedagógico Nacional cuando los miembros del CIV donaron sus sueldos de un mes y construyeron con sus manos y sus propios sudores, con estoicismo y plausible civismo, pletóricos de amor institucional, su nuevo local ubicado en la Av Aramburú Nº 550 en el distrito de Surquillo, el mismo que fuera inaugurado el 5 de abril de 1962 con el nombre de Centro de Instrucciòn de la Policìa de Investigaciones del Perù (CIPIP). Esta fue la culminaciòn de un viejo anhelo y un necesario corolario a la nueva denominaciòn del CIV que el 3 de junio de 1960, después de aprobarse su nuevo Reglamento General, viera cambiar su nombre por el de "Policìa de Investigaciones del Perù" (PIP).
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