Estimado lector, le invito a pensar por un momento en el manejo de las cosas del Ejecutivo, de responsabilidad y soberana decisión del señor Presidente de la República, y en ese aspecto, parece que ha comenzado bien con su Consejo de Ministros, que como es lógico, no va a satisfacer a todos, sobre todo a sus aliados de conveniencia, esos que lo apoyaron para sacar algo.
Luego, debe completar los cuadros del gobierno, para cuyo efecto nombra a determinadas personas, comenzando por las de su confianza –que son sus amigos– para los cargos más importantes de su directa responsabilidad. Otra vez, no todos quedarán satisfechos. La semana que ha pasado, los medios –increíble, algunos serios– han estado varios días removiendo el antimilitarismo inmisericorde e infundado que ya debe desaparecer. Basta ya, por el bien de la Patria.
Los militares y policías somos peruanos en uniforme, que hemos jurado servir a la Patria –inclusive después de 40 años de servicios “en filas”– hasta con la propia vida, y para el efecto nos preparamos en la teoría y en la práctica, y nuestros hermanos dan pruebas, día a día y noche a noche, de que así es, 7 días a la semana y 365 días al año. ¿Quiénes otros “profesan” este tipo de actividad? ¿A quiénes otros les pagan 12 miserables sueldos sin sobretiempos ni vacaciones? Hemos sido testigos de críticas por algunos nombramientos, y en este caso, sí quiero reclamar: Las cosas de la Patria no pueden entregarse alegremente a algunos solamente porque tienen el apoyo de medios y tribunas, que siempre son los menos apropiados, y peor si son caviares. Los militares lo harán bien. No me digan que hay militares presos por corrupción. Sí, esos –que son pocos a pesar de la larga y perversa persecución– están presos, pero cuántos caviares y cuántos otros políticos, no lo están y siguen mangoneando en muchos lugares del poder? ¿Y cuántos militares y policías, están presos por defender la democracia, por poner el pecho descubierto frente a los terroristas que tienen como abogados empeñosos, a los caviares?
El hecho es que los militares conocen bien los asuntos de su incumbencia, mientras que los caviares no conocen nada de nada, y además, no les gusta trabajar. Tenemos una prueba: la Municipalidad de Lima, la señora alcaldesa y sus amigos. Durante los malhadados gobiernos de Paniagua y Toledo, y por supuesto, en el del “enemigo” que acaba de terminar, algunos periodistas y muchos políticos, se han acostumbrado a ver todo lo relacionado con “los militares”, con la lupa de los caviares, negociantes de derechos humanos de solamente terroristas y delincuentes.
En esa mala racha, hemos visto lo que estimo que son excesos hasta en primeras planas de medios serios: “Gana Perú o gana verde. Mas amigos militares: nombran jefe de DNI y de Indeci”; “Es preocupante que estén nombrando tantos militares: para Inteligencia e Indeci”; “Militares copan el Estado”; “Ola verde”; “Militares sin experiencia copan Estado”; “Vuelven las botas en masa: uno a inteligencia y otro a defensa civil”; etc. Todo para denunciar 2 nombramientos. Invito a los señores periodistas, a mirar para atrás y “visualizar” los días de nombramientos de caviares inútiles en los mismos puestos… y la verdad, en asuntos del Estado, mejor militares que caviares.
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