domingo, 17 de julio de 2011

¡Complot contra las Fuerzas Armadas!

Para vicepresidente se busca desaparecer las FFAA en América Latina.

Desde noviembre del 2004 el hoy primer vicepresidente de la República, Luis Giampietri, viene alertando sobre una serie de hechos que confirman lo que parece ser una hipótesis en países como el Perú: la existencia de un plan destinado a desaparecer las Fuerzas Armadas Latinoamericanas.

Lo que dice el legislador oficialista se asemeja mucho a lo que se viene gestando en los últimos tiempos contra las instituciones castrenses, en nuestro país como en otros países de la región, con el pretexto de una Caja de Pensiones quebrada.

Cuenta Giampietri Rojas que cuando le tocó servir en la Junta Interamericana de Defensa en Washington DC, en el 2004, su delegación presentó un documento haciendo ver al Pleno de la Junta de la necesidad de crear un Sistema Conjunto Latinoamericano que luchara contra lo que por primera vez a esos niveles se llamó el narcoterrorismo. Se hizo ver que éste era un problema de todos y que el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca era inaplicable en este caso.

Además, Estados Unidos amenazaba constantemente con retirarse de la Junta Interamericana y, al ser el aportante del 65% de los fondos, la JID moría, por lo que era importante mantenerla viva teniendo un enemigo potencial y común como es el narcoterrorismo en la región. La iniciativa, planteada en marzo de 1990 no tuvo éxito ya que el Perú era un país pequeño y el narcoterrorismo solo nos afectaba a nosotros.

El giro americano
Pero las cosas cambiaron en EEUU tras el atentado del 11 de setiembre del 2001. Allí comenzaron las iniciativas de autodefensa colectiva que hubieran servido si se hubieran implementado cuando el Perú las propuso.

A esa amenaza se han sumado nuevos tipos de peligros de carácter y características peculiares en cada país. Se han incentivado los conflictos étnico-raciales, regionales y militares financiados por el narcotráfico y algunas importantes ONG ambientalistas, en convivencia con grandes transnacionales.

Desactivando los ejércitos
El 2003, en una reunión de ministros de defensa del hemisferio, llegó a Ecuador el Secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, con su Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Rogelio Pardo Maurer, y el Jefe del Comando Sur, General Bantz Craddock. Esto daba una idea de la importancia que la reunión tenía para Washington.

“Esto no estaría mal si es que no existieran antecedentes que marcan la ruta al final del camino. Y es que en la mira de los EEUU está la desaparición de las FFAA latinoamericanas y para demostrar esta meta me referiré a hechos concretos. En una entrevista de Andrés Openheimer al General Hill, (hasta ese momento Jefe del Comando Sur), y al Subsecretario adjunto Rogelio Pardo, ambos dijeron abiertamente que desaparecidos los riesgos regionales entre los países, lo más importante era controlar lo que llamaron ‘la ingobernabilidad, que es la principal amenaza regional’”, comentó Giampietri.

Y para eso era necesario, según su percepción, desactivar a los ejércitos y ceder parte de sus presupuestos a las fuerzas policiales, así como cambiarles su razón de ser a misiones de control del orden interno.

Las partes del plan
El plan para desaparecer a las FFAA está perfectamente estructurado y ya ha sido aplicado con éxito en la Argentina. Este plan fue puesto en conocimiento público en 1993 por el EIR (Executive Intelligence Review) y su título es más que demostrativo: “El complot para aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las naciones de Iberoamérica”.
Uno de los puntos en el Plan hace alusión a hechos que afectan a las FFAA y que ya se han dado en nuestro país como son la reducción del presupuesto militar; la eliminación del servicio militar obligatorio y el reemplazo del actual sistema previsional (pensiones) por un sistema privado.

“Nunca hubo respuesta”
Ante la molestia que el proyecto de ley del Ejecutivo para reestructurar salarios y pensiones ha generado en los institutos armados, el ex ministro de Defensa Antero Flores-Aráoz dijo que, efectivamente, existe una gran brecha en cuanto a remuneraciones y que debe ser resuelta con equidad. Recordó que para el tema remuneracional, desde las FFAA y la Policía se hicieron los estudios correspondientes en la gestión ministerial de Allan Wagner, lo que derivó que posteriormente en su gestión se revisaran los cálculos efectuados que determinaron que el estudio era posible llevarlo a la realidad. “Fue presentado al sector Economía y Finanzas para presupuestarlo en cinco etapas. Lamentablemente nunca contestaron. Cada vez que los sectores Defensa e Interior querían llegar a soluciones, no había respuesta”, señaló.

El dato
El próximo gobierno será el que analice los proyectos de ley remunerativos y pensionarios, afirmó ayer el presidente del Congreso, César Zumaeta, pues indicó que no se debatirá en la última sesión de la Comisión Permanente del próximo martes.

Montoya: ’¿Queremos o no Fuerzas Armadas?’

DEFENSA. Posiciones irreconciliables entre el gobierno y las Fuerzas Armadas. Los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas, en actividad y en retiro, se han quejado por los proyectos de ley del gobierno de Alan García para modificar el sistema de remuneración y pensiones. El Ejecutivo responsabiliza en parte a la gestión del propio personal castrense.
Ángel Páez.

El Ejecutivo y los militares han fijado posiciones irreconciliables respecto a la reestructuración de las remuneraciones y a las pensiones de los uniformados. En un apasionado y tenaz debate que protagonizaron en Radioprogramas el ministro de Defensa, Jaime Thorne León, y el ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, vicealmirante (r) Jorge Montoya Manrique, quedó claro que ninguno está dispuesto a ceder, especialmente en un punto neurálgico: el gobierno dice que es imposible cualquier reforma remunerativa sin la desaparición de la Cédula Viva, mientras que el sector castrense sostiene que este es un derecho adquirido inalienable.

Las diferencias son tan profundas que tampoco será fácil para el próximo gobierno encontrar una solución, a menos que apele al rápido expediente de dejarlo todo igual, algo que no recomienda ninguna de las partes en conflicto.
“Las remuneraciones de los militares requieren un urgente sinceramiento, y hay una mayoría que lo siente así. El gobierno ha propuesto mejorar los sueldos de los que menos ganan mediante un esquema transparente y progresivo. Pero hay una condición para mejorar los ingresos de los servidores de las Fuerzas Armadas, así como las pensiones de los militares en situación en retiro: dejar sin efecto el llamado ‘efecto espejo’ (Cédula Viva)”, señaló Thorne.

Militares se pronuncian
Ante el pronunciamiento de los Altos Mandos militares de los tres institutos castrenses, que en una carta fechada el 4 de julio comunicaron al ministro de Defensa su rechazo a los proyectos de ley presentados por su despacho porque “se hicieron a espaldas de las Fuerzas Armadas” y porque dañan “afectan la moral de los efectivos militares”, Thorne dijo en tono severo: “Jamás hemos pretendido mancillar a los institutos armados, por el contrario, nuestro propósito es mejorar sus ingresos y asegurarles un futuro cuando pasen a retiro después de servir a la patria”.

El almirante Montoya, quien fue presentado como vocero oficioso de las Fuerzas Armadas, enfiló contra los proyectos del Ejecutivo con el argumento de que despojan al personal militar de beneficios que se han ganado en los campos de batalla tanto en el frente externo como en el interno.

“Yo traigo el sentir de las Fuerzas Armadas que consideran como un maltrato el contenido de los proyectos”, expresó, y, mirando al director de Gestión de Recursos Públicos del Ministerio de Economía, José Villena Petrosino, quien acompañó al ministro Thorne: “Las propuestas parecen haber sido redactadas por personas que desconocen completamente la vida militar”.

Montoya y Villena se enlazaron en una discusión sobre la desaparición de la Cédula Viva y la Caja de Pensiones Militar Policial.

Villena afirmó, basándose en estudios técnicos, que la distorsión de las remuneraciones ocasionaba diferencias notables entre los oficiales y los suboficiales, y resaltó que la vigencia del “efecto espejo” es tan nocivo que ha puesto en situación de quiebra a la Caja Militar.

Decisiones políticas
Por el contrario, Montoya señaló que los militares no habían creado la situación y que todo obedecía a la indecisión política de sucesivos gobiernos, incluido el actual. Mencionó que la tasa de aporte del personal castrense debía ser de 27%, pero que al final solo se impuso el 12%. “Si se aplicaba el 27% original no estaríamos aquí debatiendo, la Caja Militar tendría los recursos suficientes para atender a los pensionistas. Sin embargo, lo que se proponer es mantener la tasa de 12%. ¿Dónde está la reforma?”, y añadió: “Aquí se debe tomar una decisión política: ¿Queremos Fuerzas Armadas o no queremos Fuerzas Armadas?
¿Se quiere maltratar a los pensionistas de las Fuerzas Armadas o queremos darles el reconocimiento que se merecen? Eso es lo que está en juego, no los números”.
Las expresiones de Montoya gatillaron la reacción del ministro Thorne.

“Tengo que protestar airadamente. Es falso que se pretenda maltratar a las Fuerzas Armadas. De lo que se trata es que el personal de las Fuerzas Armadas tenga un sueldo decoroso y una pensión razonable. Son inaceptables los adjetivos y las afirmaciones del almirante”, precisó muy molesto.

Thorne, además, en respuesta a la atribución de responsabilidad política de la crisis remunerativa y pensionaria del personal castrense que hizo Montoya, recordó que son oficiales de los institutos armados lo que administran la Caja. “Se olvida de los negocios y las malas operaciones de la Caja Militar. Menos mal que la Caja Militar no tenía más plata en la época de (Vladimiro) Montesinos si no qué hubiera sido…”, dijo con evidente ironía.

Incluso el ministro de Defensa cuestionó que el ex jefe del Comando Conjunto expresó los sentimientos de 120 mil efectivos militares. “Yo hablo más con efectivos de comandante para abajo”, dijo.

Montoya no se quedó callado. Al terminar su intervención, satirizó: “Un saludo para los hombres que combaten en el Vrae (valle de los ríos Apurímac y Ene) y cuidan las fronteras, mientras que otros se van a descansar los fines de semana”.

Cifras
22.299 millones de soles necesita la Caja Militar para equilibrarse.
120 mil son los efectivos de las FFAA.
27 mil son los pensionistas de la Caja Militar a junio de 2011.

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