Personal del Vrae denuncia que no les pagan comida ni gastos operativos

Emergencia.

Les adeudarían 615 soles a cada uno desde marzo. Al menos 500 personas vienen siendo afectadas por este abandono. Aseguran que también se les debe su sueldo a los agentes de inteligencia.

Claudia Toro.

El personal que labora y arriesga su vida en la peligrosa zona de conflicto del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) denunció ser objeto de un nuevo atropello y abandono, ya que, según un grupo de soldados que operan en el lugar, desde hace dos meses se les viene adeudando 615 soles por concepto de gastos operativos a 500 personas.

Es más, aseguraron que personal de tropa ha decidido desertar y abandonar las bases antisubversivas “porque hasta el momento no reciben explicación alguna de sus superiores”. Pese a que el dinero está presupuestado, desde marzo no se les cancela los 510 soles por concepto de gastos operativos como por ejemplo: alimentación, útiles de aseo, pasajes y ropa. Los otros 105 soles también corresponden a gastos de racionamiento.

Grave problema

“Este problema lo estamos sufriendo todo el personal militar que labora en el Vrae. Lo que me preocupa es el malestar que se ha creado (...) nadie desea trabajar y hasta la tropa quiere desertar y abandonar las bases porque no se les paga”, señaló.

Asimismo el soldado reveló a La República que también les estarían debiendo su sueldo a los agentes de inteligencia del Ejército que trabajan en el Vrae. Como se sabe, gracias al aporte de este estratégico grupo se ha logrado capturar a decenas de narcoterroristas.

“A los agentes les deben del mes de abril y hasta la fecha no les han cancelado. Lo grave es que ellos no tienen dinero para su alimentación, hospedaje, gastos de telefonía e internet ni para trasladarse a zonas donde existe movimiento de Sendero Luminoso. Tampoco cuentan con dinero para pagar a colaboradores que brinden información”, detalló.

Pagan con su dinero

Y aunque resulte increíble, debido a este incumplimiento en el pago todo el personal debe movilizarse con dinero de su propio sueldo dejando de lado la mantención de sus familias.

“Es urgente que se les pague a todos porque la mayoría tiene familia y están gastando dinero de su sueldo para sobrevivir en el Vrae cuando eso lo debe pagar el gobierno. O sea que además de exponer nuestras vidas a diario, ahora también debemos poner nuestro dinero”, cuestionó tras afirmar que desconocen la razón del retraso del dinero.

Claves

Respuesta. Con respecto a esta denuncia, el Ministerio de Defensa sostuvo que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas siempre se preocupaba por realizar este pago de manera puntual y oportuna.

Error. Es más señalaron que de ocurrir este problema, tal vez se trate de un error administrativo por ser una zona alejada.

Promesa. “Debe ser un problema aislado, solo de esa zona, porque todos los pagos llegan. Igual vamos a revisar si hay algún incumplimiento”, dijeron

Ataque a base antiterrorista deja un militar muerto en la sierra de Perú
16 de mayo de 2011 • 16:56
El ataque de supuestos narcoterroristas a una base del Ejército peruano dejó hoy un soldado muerto en la región Ayacucho, en pleno Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), informó hoy el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Un comunicado oficial precisó que en el "hostigamiento", registrado hoy a las 10.00 hora local (15.00 GMT del lunes) contra la base "Unión Mantaro", ubicada en el distrito de Llochegua, provincia de Huanta, murió el sargento primero Ronald Machaca Llacho debido a heridas producidas por arma de fuego.
La base contrasubversiva es una de las más grandes que el Comando Conjunto ha abierto en el VRAE desde el 2009 para combatir a las fuerzas remanentes de la banda terrorista Sendero Luminoso, que actúa aliada con las mafias del narcotráfico en esa zona.
El comunicado agregó que "se tomó contacto con el fiscal de Pichari, en el vecino departamento de Cuzco" para que investigue el hecho y que se ha dispuesto intensificar la búsqueda de los "delincuentes narcoterroristas".
El VRAE es actualmente una de las zonas de la selva del país de mayor cultivo de hoja de coca (insumo de la cocaína) y, por lo tanto, escenario de continuos enfrentamientos entre los militares y los remanentes de Sendero que resguardan a los narcotraficantes.