lunes, 21 de febrero de 2011

CANDIDATOS SIN EXCEPCION SE HAN OLVIDADO DE SUS PROPUESTAS DE LA SEGURIDAD Y DEFENSA NACIONAL

Una despreocupación similar a la de García, que ha llegado al extremo de promover el desarme unilateral
CONTRAALMIRANTE HUGO RAMÍREZ CANAVAL

Los peruanos que no participamos y observamos desde afuera, la vergüenza en que han convertido la campaña política algunos candidatos y sus bien pagados “sabios” asesores, expertos solamente en destruir imágenes, tenemos una preocupación. Sucede que más allá de las ofertas “copionas”, unas originales y otras sobre todo por la seguridad ciudadana, esperamos de ellos –algunos ya lo han hecho “de pasada”– un rotundo pronunciamiento sobre asuntos de la defensa nacional. Desgraciadamente, esa no es una idea “interesante” entre muchos civiles peruanos con capacidad de opinar. Claro pues, si el Presidente no se preocupa del asunto y habla del desarme unilateral, a muchos civiles deja de preocuparles la seguridad de la Patria.

El problema no radica solamente en el asunto de las remuneraciones, que es lo que todos han ofrecido. Para quienes hemos dedicado la vida al servicio de la Patria, creemos que es el momento ideal para poner las cosas en orden, y que esa tarea es “la tarea” para los candidatos –líderes de la sociedad– que tienen acceso a los medios a lo largo y ancho del país, en la seguridad de que sus seguidores les escucharán y luego les exigirán cumplir.

La ciudadanía, así como exige seguridad en las calles, está consciente de la situación de peligro internacional que vive nuestra Patria, pero se siente desorientada, ante la desidia del personero de la Nación, quien es el responsable de velar tanto por el desarrollo del que mucho se ocupa, como de la seguridad y la defensa nacional.

Pero, es notorio que de estas se ha desentendido frente a un enemigo que no hace el menor esfuerzo por llevar la vecindad en paz, y después de invadirnos económicamente, se ha armado desde hace 20 años y no desperdicia ocasión de amenazar. Estas matonadas no ocurrirían si en el Perú tuviéramos una capacidad de disuasión.

No voy a decir que el Presidente debería saber de esta situación. No, voy a decir que sí lo sabe, pero como ya no es más “amigo de los militares”, llega al extremo de no autorizar la compra de material de la defensa para uso de quienes van a poner el pecho. Está actuando como si las armas fueran para distracción de “los militares” y se las fueran a llevar a su casa.

Los candidatos sí saben lo que muchos peruanos repetimos en estos días, una frase que nos cae de perilla; pero el Presidente no la ha escuchado nunca. Esta dice: “los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla”. Los candidatos sí lo saben, pero tengo que fundamentar mi pedido. No puedo olvidar la historia de la invasión promovida y financiada por el poder inglés en 1879, y los destrozos abusivos y saqueos que padecimos durante cuatro años de ocupación, resultantes de una situación de indefensión por el abandono de los políticos de entonces.

Ahora, 130 años después, se han vuelto a armar con el apoyo del león inglés y tío Sam. Estamos como David frente a Goliat, con la diferencia de que ahora el Jefe Supremo ha guardado la honda y no quiere ni alcanzarnos la piedrita.

Es preciso decir claramente, que la clase política y militar chilena vive con un terrible complejo de inferioridad en relación con los peruanos, por eso nos odian. Saben que siempre fuimos más que ellos: los incas los dominaron y ocuparon, el pobre Almagro se moría de hambre y de frío, y odiaba a los españoles de Lima; dependían del Virreynato de Lima.

No olvidemos que los peruanos solos vencimos a la escuadra española en aquel glorioso 2 de Mayo de 1866 en el Callao, la cual a su paso por aguas chilenas causó pánico. Sí, ¡pánico! y los matones de ahora vinieron a pedir que los protejamos y fuimos a defenderlos. Los halcones chilenos se aprovechan de esos miedos y esos odios, para comprar armas innecesarias en la región, coimas por medio. No entiendo por qué nos odian, pero nos odian, a pesar de que nos invadieron con el apoyo inglés, solamente 13 años después.

En su complejo, quieren tener todo lo que tenemos los peruanos: el pisco, la papa, la chirimoya, los suspiros a la limeña, hasta las uvas. Un día van a decir que Santa Rosa de Lima es chilena.

Los chilenos en el Perú, son muy simpáticos, pero lea usted los correos de chilenos que circulan en las redes. Lea usted cómo se expresaban en los días de la guerra, después de que Grau había recogido del mar a 62 chilenos, en el Combate Naval de Iquique, y después de la carta y de Grau a la viuda de Prat.

Dice: “Ni una choza peruana debe quedar en pie, estando al alcance de nuestra artillería naval. Nuestros buques deben sembrar por todas partes la desolación y el espanto. Preparemos el camino de nuestras fuerzas expedicionarias sobre Lima, incendiando las poblaciones enemigas de la costa peruana. Es necesario que la muerte y la destrucción ejercidas sin piedad en los hogares del Perú, no le dejen un momento de aliento ni respiro y que sucumban al peso de nuestra superioridad militar”. (Diario El Ferrocarril de Santiago – 5 de junio de 1879). Ahora tienen superioridad militar, nuevamente. No importa que no tengan hombres.

El presidente García no ha conseguido que sus pares de Sudamérica le hagan caso sobre su solitaria idea del desarme, y cree que vendiéndole la idea al presidente del Uruguay y ahora al secretario general de las NNUU va a lograr el desarme en la región. Todo lo que ha conseguido, son las diplomáticas felicitaciones por la solitaria idea.

Le cuento al “no amigo” que en Europa donde ha vivido tantos años ya no habrá más guerras. Los países han olvidado sus rencillas antiguas, todos son como un solo Estado, con una moneda única, sin aduanas, no hay países que odien a otros, ni deseen sus territorios y bienes; rinden homenajes conjuntos al “soldado desconocido”, etc. Pero sucede que TODOS TIENEN FUERZAS ARMADAS, equipadas con lo más moderno. Allá nadie piensa en el desarme unilateral. No hay enemigos a la vista, pero todos están bien armados.

En cambio, en nuestra realidad, tenemos un enemigo bien armado que nos refriega todos los días, que se han armado para hacer respetar sus intereses (regados en todo el Perú) y hacer respetar sus “fronteras actuales”, que son las que ellos han trazado, comenzando por el mar. Nos dicen en todos los idiomas, que ellos no van a respetar la decisión de La Haya. Sin embargo, el Presidente del Perú, promueve el desarme unilateral, solamente por antipatía a “los militares”. ¿Cómo se califica esa actitud?

Por esta razón, propongo a todos los candidatos al sillón de Pizarro, que expliquen la situación a sus partidarios y les anuncien que van a atender a la recuperación de los obsoletos equipos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, y se comprometan con la Patria y con todos los peruanos, a dotarle al Perú unas FF AA en capacidad de disuadir para un potencial (¿?) enemigo. El pecho que defiende a la Patria, debe tener un arma en la mano.

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