LA EMBRIAGUEZ DEL PODER
GENERAL JAIME SALINAS SEDO
Como candidato presidencial, Alan García tuvo una reunión con los oficiales que habían pasado prisión por cumplir con el mandato constitucional de insurgir en contra del gobierno usurpador de Alberto Fujimori.
En la reunión, se destacó el rol que había jugado el Congreso de la Republica y particularmente los miembros de la Célula Parlamentaria Aprista, en la formulación y promulgación de leyes que, en su espíritu y como fin superior, constituyen un aporte invalorable al principio de subordinación democrática de las FFAA, al poder político nacido de la voluntad soberana del pueblo.
No se trataba únicamente de reparar el daño que, como personas, sufrieron los defensores de la Constitución, sino que la oportunidad era propicia para enviar un mensaje educativo a las futuras generaciones del personal militar. Se puso énfasis en que el acto de insurgencia que habían protagonizado constituía una cabal demostración de lo que significa el cumplimiento del deber y que por ello, en el proceso de fortalecimiento de la democracia, debería quedar registrado, para la formación de las futuras generaciones de miembros de las FFAA, que, defender la Constitución, constituye un principio inquebrantable del honor militar.
El candidato empeñó su palabra de caballero, comprometiéndose, en caso de ser elegido, que cumpliría la ley y velaría por los derechos de los defensores de la Constitución.
Elegido Presidente, en su primer discurso ante el Parlamento exhortó a todos los peruanos a cumplir con sus deberes como ciudadanos, comprometiéndose, él mismo, a predicar con el ejemplo.
Este compromiso, significó una seria obligación internacional del Estado Peruano en el proceso de fortalecimiento de la democracia. Para nosotros constituyó la certeza de que el presidente cumpliría la ley.
Grande fue nuestra sorpresa cuando nos enteramos que el Estado Peruano comunicó oficialmente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el Presidente de la República había decidido:
“desestimar las recomendaciones del Tribunal Constitucional, no aceptar la propuesta formulada constitucionalmente por el Comandante General del Ejercito, no firmar la resolución formulada por el Ministerio y denegar los ascensos”
El Ministro de Defensa sustentó la decisión del Presidente con la siguiente explicación:
¨Los organismos nacionales e internacionales carecemos de facultades para indagar o exigir sobre aquello que constituye una potestad constitucional exclusiva del señor Presidente de la República”.
Hasta hace unos días no llegaba a entender la actitud del Presidente de la Republica, me resistía a aceptar que conscientemente faltara a su palabra de honor y que, además, se negara a cumplir la ley y, lo más grave para el sistema democrático, que, en la práctica, al negarse a reconocer los derechos de los que defendimos en Estado de Derecho, justificara la conducta de los que el 05 de abril de 1992, violaron la Constitución.
Hoy tengo una explicación. He leído la obra ¨En el poder y en la enfermedad¨ (Trad. María Cóndor; Ed. Siruela; Setiembre 2010). Su autor, el neurólogo y político inglés David Owen, sustenta la tesis de que algunos de los más conocidos políticos de la historia, particularmente Jefes de Estado o de Gobierno, sufrían el ¨síndrome de hybris¨ ( Kennedy, Churchill, Stalin, Mao, Hitler, Bush, Blair, etc) y que, como consecuencia de este mal, algunas de sus decisiones fueron desastrosas.
Este síndrome, según el citado autor, se presenta en gobernantes que creen ser dueños de la verdad absoluta y por ello perpetuarse en el poder, son tercos, no escuchan, no aceptan que como humanos pueden cometer errores, se rodean de funcionarios y amigos cuya función principal es rendirle veneración y que sostienen la tesis de que la facultad discrecional del gobernante es infalible e inapelable y que, por lo tanto, tiene derecho a no cumplir la ley.
Ahora lo entiendo mejor. Clínicamente nuestro caso no tiene solución. El emperador, embriagado de poder, así lo ha decidido.
¿Democracia? ¿Es un deber o un delito defender la Constitución?
Wikileaks revela cable sobre la personalidad de Alan García
Un cable publicado en el diario español “El País” menciona que el mandatario peruano tendría un “ego colosal y trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares”
Para la diplomacia estadounidense en nuestro país, Alan García es “arrogante, desconfiado y tiene un ego colosal”, así lo reveló un cable filtrado por Wikileaks y publicado en el diario español “El País”.
El archivo contiene un supuesto informe sobre la personalidad de Alan García que hizo la embajada estadounidense en nuestro país en diciembre del 2006, poco después de que este se hiciera cargo de la jefatura de Estado.
En su informe, James Curtis Struble, entonces embajador de EE.UU. en Lima, hizo referencia a los rumoreados “trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares” del presidente aprista, aunque la embajada no se atreve a confirmarlos.
“El País” indica que además se describe al mandatario como un hombre con gran dominio de escena y sentido de la teatralidad. “Se encierra en sí mismo y rechaza el contacto público durante días”, indicaron los informantes de la embajada estadounidense que tienen contacto directo con el mandatario.
Además se informó que el mandatario tiene abruptos cambios de opinión, se hunde inesperadamente en el mal humor y también tiene “accesos de entusiasmo” repentinos.
“EGO DE GARCÍA ES SU TALÓN DE AQUILES”
Aunque precisa que no tiene las pruebas suficientes sobre la personalidad de Alan García, el informe emitido a Washington menciona los rumores de que se medica con litio.
Asimismo, el cable da cuenta de una notable descoordinación entre la personalidad pública y privada del líder aprista.
“En público tiende a impresionar con la pose majestuosa presidencial, sacando pecho, con la cabeza alta y brazos y manos gesticulando en una formal y casi coreográfica manera de un líder”, apunta el cable y contrasta de que en privado, el mandatario es informal, considerado y con encanto.
Sin duda, el embajador James Curtis Struble está convencido de que el ego de García es su principal debilidad y hasta se atreve a llamarlo “su talón de Aquiles”.
“Un aspecto en torno al cual hay casi un acuerdo universal es que García tiene un ego colosal que le puede cegar ante los méritos o las buenas ideas y alternativas que vengan de otro que no sea él. El ego de García es su talón de Aquiles y podría tener consecuencias contraproducentes para el actual Gobierno, especialmente si no se vigila”. Salud con "LITIO"
Un cable publicado en el diario español “El País” menciona que el mandatario peruano tendría un “ego colosal y trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares”
Para la diplomacia estadounidense en nuestro país, Alan García es “arrogante, desconfiado y tiene un ego colosal”, así lo reveló un cable filtrado por Wikileaks y publicado en el diario español “El País”.
El archivo contiene un supuesto informe sobre la personalidad de Alan García que hizo la embajada estadounidense en nuestro país en diciembre del 2006, poco después de que este se hiciera cargo de la jefatura de Estado.
En su informe, James Curtis Struble, entonces embajador de EE.UU. en Lima, hizo referencia a los rumoreados “trastornos maníaco-depresivos o desórdenes bipolares” del presidente aprista, aunque la embajada no se atreve a confirmarlos.
“El País” indica que además se describe al mandatario como un hombre con gran dominio de escena y sentido de la teatralidad. “Se encierra en sí mismo y rechaza el contacto público durante días”, indicaron los informantes de la embajada estadounidense que tienen contacto directo con el mandatario.
Además se informó que el mandatario tiene abruptos cambios de opinión, se hunde inesperadamente en el mal humor y también tiene “accesos de entusiasmo” repentinos.
“EGO DE GARCÍA ES SU TALÓN DE AQUILES”
Aunque precisa que no tiene las pruebas suficientes sobre la personalidad de Alan García, el informe emitido a Washington menciona los rumores de que se medica con litio.
Asimismo, el cable da cuenta de una notable descoordinación entre la personalidad pública y privada del líder aprista.
“En público tiende a impresionar con la pose majestuosa presidencial, sacando pecho, con la cabeza alta y brazos y manos gesticulando en una formal y casi coreográfica manera de un líder”, apunta el cable y contrasta de que en privado, el mandatario es informal, considerado y con encanto.
Sin duda, el embajador James Curtis Struble está convencido de que el ego de García es su principal debilidad y hasta se atreve a llamarlo “su talón de Aquiles”.
“Un aspecto en torno al cual hay casi un acuerdo universal es que García tiene un ego colosal que le puede cegar ante los méritos o las buenas ideas y alternativas que vengan de otro que no sea él. El ego de García es su talón de Aquiles y podría tener consecuencias contraproducentes para el actual Gobierno, especialmente si no se vigila”. Salud con "LITIO"
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